WASHINGTON.- Estados Unidos cerró 2016 con un déficit en su balanza comercial de 502.300 millones de dólares, el mayor de los últimos cuatro años, según informó hoy el Gobierno.
En diciembre el déficit cayó un 3,2 % y se situó en 44.300 millones de
dólares, frente a la cifra de 45.700 millones de noviembre, revisada al
alza desde el informe anterior.
En el último mes del año pasado las importaciones
estadounidenses crecieron un 1,5 % y se situaron en 235.000 millones de
dólares, en tanto que las exportaciones registraron un alza del 2,7 % y
alcanzaron los 190.700 millones.
Por países, el saldo
negativo en el comercio con China cayó un 5,5 % en 2016 y quedó en
347.000 millones de dólares, por debajo del récord de más de 367.000
millones de 2015.
En cuanto al déficit con México,
creció el año pasado un 4,2 % y sumó 63.200 millones de dólares, la
cifra más alta desde 2011, de acuerdo con el informe del Departamento de
Comercio.
El presidente de Estados Unidos, Donald
Trump, ha prometido penalizar a países como China o México, a los que
acusa de prácticas comerciales injustas que, a su juicio, han derivado
en la pérdida de millones de empleos en el país.
En
su primer día laborable en la Casa Blanca, el pasado 23 de enero, Trump
firmó una orden para retirar a EEUU del Acuerdo de Asociación
Transpacífico (TPP), pieza clave del legado comercial y en Asia-Pacífico
de su antecesor, el expresidente Barack Obama.
Además, Trump pretende renegociar cuanto antes el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado hace más de veinte años
con México y Canadá.
Según el informe del Departamento de Comercio, está
ampliación del saldo negativo comercial responde a la caída de las
exportaciones, que se redujeron un 2,3 % el pasado año, mientras que las
importaciones bajaron un 1,8 %.
EEUU registró el pasado año un superávit de 247.820
millones de dólares en servicios, pero fue superado por el notable
déficit en el comercio de bienes por valor de 750.070 millones de
dólares.
La cifra corresponde al último año de
Gobierno del expresidente Barack Obama, que había prometido duplicar en
2010 la cifra de exportaciones estadounidenses al final de su mandato,
algo que se ha mostrado inviable.
Los economistas han
apuntado a la fortaleza del dólar, que encarece los productos
estadounidenses en el extranjero, y a la debilidad de la demanda global
como explicación para este persistente alza del déficit comercial de la
primera economía mundial.
Desde la victoria de Trump
en las elecciones de noviembre de 2016, la divisa estadounidense
contabilizó una notable apreciación, lo que hace más complicado revertir
la tendencia comercial en el futuro inmediato.
El
comercio han adquirido en los últimos meses un rango primordial dentro
de las propuestas económicas de Trump, quien tomó posesión formalmente
el pasado 20 de enero.
Trump ha defendido una agenda
proteccionista y criticado los acuerdos comerciales internacionales
recientes, como el Tratado Transpacífico (TPP, en sus siglas en inglés) y
del que firmó su salida el primer día en el cargo.
Asimismo, ha cargado contra el Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN), acordado con Canadá y México, y ha prometido renegociarlo
porque su formato actual, a su juicio, ha sido "un desastre para los
empleos estadounidenses".
El nuevo presidente ha
señalado específicamente a China y México, dos de sus principales socios
comerciales, por llevar a cabo prácticas comerciales "injustas".
En este sentido, el reporte del Gobierno, señala que el saldo negativo
en el comercio con China cayó un 5,5 % en 2016 y quedó en 347.000
millones de dólares, por debajo del récord de más de 367.000 millones de
2015.
Por su parte, el saldo negativo con México
creció el año pasado un 4,2 % y sumó 63.200 millones de dólares, la
cifra más alta desde 2011.
Para los expertos, y pese a las promesas de Trumo, 2017 verá continuar la ampliación del saldo negativo comercial.
"Aunque hemos visto un reciente repunte en las exportaciones, esperamos
que el déficit comercial se expanda un poco en 2017 a medida que el
dólar continúa su apreciación, la demanda global sigue siendo tibia y la
saludable demanda doméstica sigue atrayendo importaciones", afirmó Sam
Bullard, economista jefe de valores de Wells Fargo, en una nota a sus
clientes.
Han advertido, además, de que posibles
represalias impuestas por Washington pueden desatar una guerra comercial
de adversos efectos económicos.
La rebaja del déficit comercial, no obstante, no siempre supone un motor para el crecimiento económico.
Si se echa la vista atrás, los datos muestran que el déficit comercial
de EEUU creció durante las expansiones económicas de la década de 1990 y
principios de 2000, mientras que se contrajo en las recesiones de 2001 y
2008-2009 ante la caída de los ingresos de los hogares y la
consiguiente reducción en las importaciones.