ROMA.- Representantes del ámbito económico y político italiano defendieron hoy la solidez de sistema bancario del país y abogaron por las ayudas públicas ante riesgos como el que implica Banca Monte Paschi di Siena (BMPS) y sus créditos fallidos.
Las acciones de MPS se han depreciado durante toda la semana por las
dudas sobre su estabilidad y el Banco Central Europeo (BCE) ha instado a
reducir en 10.000 millones de euros los créditos fallidos que posee la
entidad, la tercera del país y más antigua del mundo.
La dirección de dicha banca tienen previsto presentar un plan a tal
fin del que aún se desconocen los pormenores pero del que se han
filtrado algunos detalles, como que será una acción inmediata y no en el
plazo de tres años como pide Fráncfort.
Su consejero delegado, Fabrizio Viola, ha dicho que se "trabaja
intensamente con las autoridades para hallar en el breve plazo de tiempo
una solución estructural y definitiva de los créditos morosos",
conocidos en inglés como "non performing loans" (NPL).
El agujero crediticio de este instituto bancario se enmarca a su vez
en uno muy superior ya que, de acuerdo a distintas estimaciones, la
banca italiana acumula una enorme cantidad de préstamos fallidos, que
algunos valoran en más de 200.000 millones de euros.
Ante el riesgo que implica esta situación, representantes del ámbito
económico e institucional del país han salido al paso para tranquilizar a
los mercados y defender la solidez del sistema bancario de la
considerada tercera economía de la zona del euro.
Es el caso del ministro de Economía italiano, Pier Carlo Padoan,
quien, interviniendo en la asamblea anual de la Asociación Bancaria
Italiana, aseguró que el sistema bancario italiano es "sólido sobre todo
si se compara con los de los otros países".
Roma negocia actualmente con Bruselas la posibilidad de emplear
capital público para ayudar a los bancos que enfrentan dificultades, una
opción a la que Padoan también se refirió al asegurar que tendría una
naturaleza de "precaución".
"El diálogo con las instituciones europeas es continuo y tiene el
objetivo de explorar todos los métodos de intervención pública admitidas
por las reglas sobre las ayudas de Estado a la banca", dijo el ministro
en el acto, celebrado en Roma.
Le secundó el consejero delegado de Banca Popolare, Pierfrancesco
Saviotti, quien opinó que "una intervención sobre el capital para
algunos podría ser útil", aunque descartó que la institución que lidera
esté interesada en recurrir a este tipo de fondos.
También intervino el gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco,
quien desaconsejó hablar de esta situación "como una emergencia para
todo el sistema" y digo que la situación "se puede gestionar".
Por otro lado, el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, aseguró
que "los problemas de algunos bancos italianos son fácilmente
resolubles" y calificó de "error" no haberlos afrontado entre 2011 y
2013, "cuando aún se podía hacer".
El presidente del Gobierno dijo que sus objetivos son "proteger a los
clientes y a los ahorradores de los bancos italianos y liberar a los
institutos de crédito de los escollos que impiden el crédito a las
pequeñas y medianas empresas y a las familias".
La intervención de estas figuras del mundo político y económico
alivió ciertamente a los inversores de la Bolsa de Milán, que pasó de
abrir la sesión en rojo, con una caída del 0,49 %, a volar hasta el 4,08
% al cierre del mercado.
El Banco Popolare fue el más beneficiado, al escalar un 18,36 %,
después de que haya asegurado que sería capaz de superar las pruebas de
estés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés).
MPS subió un 5,47 %, tras una serie de convulsas sesiones en las que
su acciones cayeron hasta el mínimo histórico de 26 céntimos de euro
cada una ante las dudas sobre su solidez.
Una situación agravada además por los efectos del "Brexit", la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Por otro lado, Banca Popolare Emilia Romagna avanzó un 16,19 %,
Intesa Sanpaolo un 10,00 %, Banca Popolare Milano un 9,70 %, Unicredit
un 8,73 %, Ubi Banca un 8,65 % y Mediobanca un 8,4 %.
En el plano comunitario, el vicepresidente del BCE, Vitor Costancio,
ha instado a llevar a cabo "una reflexión profunda" a raíz de los
efectos del "Brexit" y ha apoyado "un pequeño apoyo público" en pro de
la estabilidad de algunos bancos.
El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Euro, Valdis
Dombrovskis, ha afirmado recientemente que "un cierto grado de
flexibilidad (presupuestaria) puede ser necesaria en ciertos casos
excepcionales".