BRASILIA.- La economía brasileña, la séptima del mundo, se contrajo un 3,8% en 2015, su peor resultado en 25 años, lo que la sitúa de su mayor recesión en un siglo.
El retroceso del
PIB de la principal economía latinoamericana es el mayor de la actual
serie histórica, iniciada en 1996, y también el más importante desde
1990, cuando estaba en vigor otra serie y la economía se contrajo un
4,3%, informó este jueves el Instituto Brasileño de Geografía y
Estadística (IBGE, oficial).
Brasil obtiene así el segundo peor
desempeño de toda Latinoamérica en 2015, solo detrás de Venezuela, y
también el peor entre sus socios del club de potencias emergentes BRICS
(integrado por Brasil, China, Rusia, Sudáfrica, India).
Tras
un espectacular crecimiento del 7,5% en 2010, de la mano del 'boom' de
los precios de las materias primas y programas sociales que sacaron de
la pobreza a 30 millones de brasileños y alentaron el consumo, el PIB
creció un 3,9% en 2011; 1,9% en 2012; 3% en 2013 y apenas un 0,1% en
2014.
El derrumbe de los precios de las 'commodities' por la
desaceleración de China y los megaescándalos de corrupción y la crisis
política que sacuden al Gobierno de Dilma Rousseff congelaron la
economía.
"La recesión económica es más causada por factores
políticos que económicos: la crisis política, el 'impasse' entre el
Ejecutivo y el Legislativo, la corrupción, todo eso está minando la
confianza del empresariado, de los consultores y está paralizando los
negocios y la economía brasileña", dijo Margarida Gutiérrez,
profesora de Macroeconomía de la Universidad Federal de Rio de Janeiro
(UFRJ).
"Nunca se vio en la economía brasileña una caída de esta
magnitud durante dos años consecutivos (...) Este año será peor que el
año pasado, se espera que a partir de 2017 o tal vez 2018 haya una tasa
de crecimiento positivo, pero más por inercia", aseveró.
El
resultado del PIB en 2015 se vio afectado por la caída del 6,2% en la
industria brasileña, el peor resultado anual de la serie iniciada en
1996, la contracción del 14,1% de las inversiones, del 4% del consumo de
las familias, del 2,7% de los servicios y un crecimiento de apenas el
1,8% del sector agropecuario.
Tras
la contracción del 3,8% en 2015, el mercado proyecta un retroceso del
PIB de 3,45% en 2016 y el FMI anticipa un estancamiento para 2017. Si
estas cifras se confirman, sería la peor contracción económica del país
en un siglo.
"Brasil nunca pasó por un nivel de incertidumbre tan
elevado y eso congela todo. No hay consumo ni inversión ni crédito con
este nivel de incertidumbre, que es histórico", dijo Daniel Cunha,
analista de XP Investimentos en Sao Paulo.
"Trabajamos con el
escenario de que en 2016 habrá una caída de la economía del orden de
4,3%. Existe la posibilidad de que 2015 no haya sido el peor año",
afirmó.
Rousseff, una exguerrillera de izquierda, enfrenta un
complejo cóctel de contracción de la actividad, déficit fiscal, una
inflación de dos dígitos y desempleo creciente.
Su popularidad
está en apenas el 11%, la oposición pide su destitución, el máximo
tribunal electoral la investiga por financiación ilegal de su campaña a
la reelección y el Congreso tarda en aprobar un crucial plan de
austeridad.
A todo esto se suma un megaescándalo de corrupción
destapado en la estatal Petrobras, que ha golpeado la economía y llevado
a la cárcel a grandes empresarios, banqueros y figuras del gobernante
Partido de los Trabajadores (PT) y de partidos aliados.
El PIB
brasileño retrocedió un 1,4% en el cuarto trimestre del año pasado en
relación al anterior. En el primer trimestre de 2015, la contracción fue
del 0,8%, en el segundo del 2,1% y en el tercero del 1,7%, siempre en
relación a los trimestres anteriores.
El desplome de la economía en el 4° trimestre de 2015 fue de 5,9% en relación al mismo periodo de 2014.