NUEVA YORK/FRANCFORT.- El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann,
protagonizó apenas unos meses antes del rescate de Chipre un duro
enfrentamiento con sus colegas del Banco Central Europeo (BCE) al
respecto de la asistencia recibida por un banco del país mediterráneo al
considerar que el Banco Central de Chipre había subestimado los
riesgos, tal y como revelan las actas de las reuniones del instituto
emisor de la eurozona a las que ha tenido acceso 'The New York Times'.
Se trata de la primera vez que salen a la luz estas actas de las
reuniones del BCE, que a diferencia de otros bancos centrales como el
Banco de Inglaterra (BoE) o la Reserva Federal de EEUU (Fed), que sí
publican sus actas semanas después de reunirse, no desvela el contenido
de las deliberaciones de su máximo órgano hasta pasados 30 años con el
fin de no alimentar tensiones nacionales entre sus miembros.
Sin embargo, el diario neoyorquino ha podido acceder a las actas
del Consejo de Gobierno entre mayo de 2012 y enero de 2013, apenas dos
meses antes del rescate de Chipre, en las que se documentan los
constantes choques entre Alemania y las economías más pequeñas de la
periferia como Chipre o Grecia.
En este sentido, las actas revelarían la oposición del Bundesbank a
que el BCE apoyara los rescates de la entidad franco-belga Dexia, así
como de otros bancos más pequeños en Irlanda, Grecia o España.
En enero de 2013, Weidmann retomó sus críticas al apoyo que
recibía el chipriota Cyprus Popular Bank, posteriomente renombrado como
Laiki Bank, y advirtió de que se había "inflado" la valoración de los
colaterales depositados por la entidad como garantía ante el banco
central chipriota a cambio de acceder a una línea de liquidez de
emergencia.
De hecho, el presidente del Bundesbank indicó de que, según sus
propios analistas de riesgom la sobrevaloración rondaba los 1.300
millones de euros, algo que rechazó su homólogo del Banco Central de
Chipre, Panicos Demetriades, quien defendió que "sus expertos tenían un
mejor conocimiento de los activos en cuestión".
Además de Weidmann, las actas muestran que el gobernador del Banco
de Francia, Christian Noyer, expresó también "mucha preocupación" por
la agresiva valoración aplicada por el banco central chipriota, mientras
que su homólogo holandés, Klaas Knot, dijo sentirse "muy incómodo".
En respuesta a la filtración del contenido de estas actas por
parte de 'The New York Times', el BCE ha emitido un comunicado en el que
explica que no le corresponde aprobar la concesión de esta línea de
liquidez de emergencia a la banca, denominada ELA.
"El BCE ni proporciona ni aprueba la asistencia de liquidez de
emergencia", indica la institución, que precisa que "es el banco central
nacional, en este caso el Banco Central de Chipre, el que proporciona
ELA a una entidad que considera solvente bajo su propio riesgo, así
como bajo sus propias condiciones".
En este sentido, el BCE añade que sólo puede objetar al respecto
en caso de que dos tercios de su Consejo de Gobierno consideren que esta
provisión de liquidez interfiere con los objetivos de la política
monetaria.
"En este caso específico, hubo un consenso pleno sobre la
necesidad de obtener garantías del Banco Central de Chipre de que este
banco era solvente, lo que fue explícitamente confirmado por el Banco
Central de Chipre", señala la institución presidida por Mario Draghi.
De este modo, la entidad recuerda que entonces no le correspondía
el rol de supervisor y confió completamente en las valoraciones
aportadas por el Banco Central de Chipre por lo que subraya en el
comunicado que "extraer conclusiones sobre el futuro papel de supervisor
bancario del BCE por su rol en la ELA a Chipre resulta tendencioso".