WASHINGTON.- El G-20expresó hoy su "optimismo" acerca de la recuperación económica global, al remarcar los progresos realizados para elevar el crecimiento un 1,8 % en los próximos cinco años, e insistió en la "enorme demanda" en infraestructura en todo el mundo.
"Soy un optimista realista", afirmó el ministro de Economía de Australia,
Joe Hockey, que ocupa la presidencia rotatoria del G-20, al concluir la
reunión de los banqueros centrales y ministros de Economía del grupo.
Pese a reconocer las "renovadas debilidades" que enfrentan economías
como la zona euro, Hockey recalcó la consolidación de la recuperación en
Estados Unidos y el buen ritmo de crecimiento en Asia.
En su intervención, el ministro australiano se hizo eco de los
análisis emitidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que pidió a
las economías avanzadas reformas estructurales ya que no se puede
depender exclusivamente del estímulo monetario.
"Europa puede mejorar. Tiene que haber reformas estructurales, para potenciar la competitividad, por ejemplo", dijo Hockey.
El tono del ministro australiano contrasta con pasadas reuniones del
G-2O en el marco de las reuniones del FMI y Banco Mundial en las que
prevalecía un espíritu más taciturno.
Volvió a insistir, tal y como hicieron los ministros del G-20 en la
cumbre de Cairns (Australia) del pasado mes, en la inversión en
infraestructura como elemento fundamental para alcanzar los objetivos de
expansión del PIB mundial un 1,8 % para 2018.
En un principio, los miembros del G-20 habían ubicado la cifra en el 2
%, pero posteriormente decidieron rebajarla ligeramente al 1,8 %.
Hockey aseguró que existe "una enorme demanda de inversiones en
infraestructura tanto dentro como fuera del G-20" por lo que repitió que
este punto será "clave dentro de la agenda de crecimiento para los
próximos años".
Apuntó, en concreto, que será importante aprovechar el contexto
actual de bajos tipos de interés en las economías avanzadas, y apostó
por buscar la asociación entre el sector público y el privado para
desarrollar estos proyectos.
"Estos compromisos", matizó, "deben traducirse en resultados",
Por ello, anunció "un marco de responsabilidad" mutua por el cual los
miembros del selecto grupo "revisarán los avances de sus socios", y en
el que organismos como el FMI y la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) tendrán un papel destacado.
"También hemos acordado medidas para estabilizar el sistema
financiero global y asegurar la honestidad del sistema fiscal
internacional", apuntó Hockey.
Entre ellas figura aumentar la consistencia de los bancos de acuerdo
con las normas de Basilea III, que exige mayores requerimientos de
capital a los bancos sistémicamente, y combatir el movimiento de
beneficios internacional de las grandes empresas en busca de la evasión
fiscal.
Todos estos puntos serán definidos finalmente en la cumbre de líderes
del G-20 que tendrá lugar en Brisbane (Australia) en noviembre.
El próximo año asumirá la presidencia rotatoria del organismo, Turquía.
"Me siento impresionado y alentado por los progresos realizados este
año y creo que estamos bien equipados para encarar cualquier desafío
económico que la economía global puedan encarar en el futuro", concluyó.
Los miembros del G-20 son la Unión Europea, el G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Italia y Francia), Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Rusia, Suráfrica y Turquía.
España acude a las reuniones como invitado permanente desde 2010.