BRUSELAS.- España será el país de la Unión Europea donde más caerá su fuerza
laboral menor de 45 años a la altura de 2025 en un escenario sin
inmigración, según un informe del Centro de Política de Inmigración
financiado por la Comisión Europea y publicado este viernes.
España experimentará la mayor caída de su fuerza laboral en el
conjunto de la UE, cerca del 30% entre 2010 y 2025 sin inmigración en
base a las proyecciones de caída de la población en Europa de la oficina
estadística europea Eurostat, igual que en el caso de Italia, mientras
que Chipre y Francia se sitúan entre los menos afectados, con una caída
del 10%.
"El ratio de dependencia de los mayores aumentará del 28% en 2010 al
44% e 2030, lo que hará insostenibles los sistemas de pensiones y
seguridad social. Estamos envejeciendo rápidamente también en la fuerza
laboral. El número de jóvenes por debajo de los 45 años de la fuerza
laboral caerá un 25% en diez, once años, sin más inmigración.
Necesitamos inmigración legal", ha advertido la comisaria del Interior,
Cecilia Malmström, en rueda de prensa conjunta con el director del
Centro de Política de Inmigración, Philippe Fargues.
El informe, titulado '¿Lo que escuchamos sobre inmigración es
realmente verdad? Rebatir ocho estereotipos', señala los ochos "mitos"
más negativos asociados a la inmigración. Entre ellos, que Europa no
necesita inmigrantes, que éstos roban los empleos a los europeos, que no
se necesitan inmigrantes de baja cualificación en la UE, que perjudican
la capacidad para innovar, que el sur se ve inundado de demandantes de
asilo, así como los mitos de que los inmigrantes económicos están
intentando aprovecharse de los sistemas de asilo en la UE y el presunto
impacto negativo de la inmigración en las aulas para los estudiantes
nativos.
La comisaria también ha asegurado que el mito de que los inmigrantes
contribuyen a la subida del paro "uno de los más perversos" también es
falso como refleja el hecho de que las tasas de migración y empleo están
"negativamente correlacionadas" en "la mayor" parte de los países, dado
que los inmigrantes su mudan de países con alto nivel de paro a otros
donde "tienen más probabilidad de encontrar un empleo". Fargues ha
asegurado que "en más de la mitad" de los Estados miembros se cumple la
máxima que a más inmigración, menos desempleo.
En el caso de España e Irlanda sin embargo "un aumento de la
inmigración se ha visto acompañado por un aumento del desempleo", según
reconoce el informe. Pero deja claro que "no se puede decir que la
inmigración ha provocado una exceso en la oferta laboral" porque "el
deterioro de la situación económica se fundamenta en desequilibrios
financieros".
"Tanto España como Irlanda tenían burbujas inmobiliarias
antes de la crisis económica, con un exceso de construcción que llevó al
aumento de la deuda privada", según el informe.
Fargues también ha rechazado el mito de que los inmigrantes
perjudican los sistemas de bienestar en la UE a la luz de un estudio de
la OECD de 2013 que "muestra que los inmigrantes son contribuyentes
netos a los sistemas fiscales" de los países de acogida en Europa y
aportan "unos 5.000 euros" anuales de media al fisco. En España, la
contribución fiscal neta supera la media con creces, según constata el
informe.
El director del Centro de Política de Inmigración también ha dejado
claro que las ayudas a la vivienda o familiares para inmigrantes son
"bajas" en comparación con los gastos sanitarios o las pensiones. "Estos
van a los ciudadanos, no a inmigrantes", ha recalcado.
España, Alemania, Grecia, Portugal y Reino Unido son países donde los
inmigrantes y nacionales se beneficia del estado de bienestar en una
tasa similar, mientras que los inmigrantes se benefician más que en el
caso de los nacionales de Austria, Bélgica, Francia y Países Bajos,
según el informe.
El informe también desmiente que no hagan falta inmigrantes de baja
cualificación en la Unión Europea dado que a pesar del "elevado paro"
hay "nacionales que han rechazado empleos de baja cualificación" y
además ellos permiten que los nacionales ocupen empleos de mayor
cualificación, han explicado Malmström y Fargues.
En el caso de España, el informe señala la llegada de trabajadoras de
baja cualificación de Latinoamérica, Marruecos y Rumanía en la segunda
mitad de los 90 ha contribuido a aumentar en 12 puntos porcentuales la
tasa de actividad laboral entre las españolas y liberarlas de empleos en
los servicios doméstico y de dependencia.
También recuerda que la caída de la mano de obra marroquí para la
recogida de la fresa autorizada en España en 2010 y 2011 puso en peligro
la campaña de 2012, cuando el Gobierno tuvo que aumentar la cuota de
trabajadores marroquíes al no encontrar a nacionales "suficientes" para
el trabajo, según el informe, que recuerda que el caso de Italia, por su
fuerte dependencia de trabajadores indios de baja cualificación en su
sector lácteo.
El informe también desmiente el mito de que los países del sur se han
inundado de inmigrantes dado que países como Alemania, Francia y Suecia
reciben muchas más peticiones de asilo que España, Italia y Grecia y se
trata de los países que más acogen en su territorio. No obstante, el
informe admit que Malta, Chipre, Bulgaria, Italia y España, han recibido
el mayor número de peticiones de asilo por millón de habitantes en
2013.
Igualmente, rebate la percepción de que los inmigrantes económicos
abusan los sistemas de asilo en Europa porque, aunque Fargues ha
admitido que "hay un número de gente" inmigrante que está en esta
situación, "la mayoría" que llega a través del Mediterráneo son de los
países del Cuerno de África, Afganistán y Siria, países en conflicto, y
no deberían considerarse "inmigrantes irregulares".
"Es muy probable que
muchos sean refugiados genuinos capaces de obtener protección si
pudieran solicitar protección", ha recalcado.
Malmström ha subrayado que el informe rechaza que los inmigrantes
frenen la innovación dado que los países más abiertos a la inmigración
suelen generar "más patentes" y ha permitido constatar que también "es
falso" que haya una correlación entre la baja calidad de las escuelas y
el número de inmigrantes porque "no es el origen del menor el que
determina esto sino el nivel de recursos disponibles de las escuelas".
"Lo que importan son los recursos", ha concluido.
La comisaria del Interior ha reclamado "liderazgo político" para
combatir esta percepción negativa de la inmigración y ha subrayado la
importancia de contar con "hechos y cifras" que muestren la realidad de
la contribución de la inmigración, especialmente en un momento de auge
de los populismo en Europa que culpa a la inmigración "de todas las
miserias del mundo".
También Fargues ha lamentado que si hace cinco años había defensores y
detractores de la inmigranción. "Hoy ya no es el caso. Sólo hay
oponentes a la inmigración", ha advertido, lamentando que a raíz de la
crisis económica las percepciones negativas se han vuelto "más radicales
que antes".
"La mayoría de los Gobiernos europeos, si no todos, se
enorgullecen de anunciar que han podido reducir el número de inmigrantes
y el número de retornados ya sean forzados o voluntarios", ha
concluido.