NUEVA YORK.- El Tribunal Federal de Brooklyn ha condenado a
30 años de prisión a Quazi Mohammad Rezwanul Ahsan Nafis, quien ha
reconocido haber planeado un atentado contra la sede en Manhattan del
Banco de la Reserva Federal, frustrado gracias a la infiltración de un
agente del FBI.
Nafis llegó a Estados Unidos en 2012 con un visado de estudiante y
terminó recalando en el barrio de Queens, en Nueva York. En un primer
momento, llegó a plantearse atentar contra la Bolsa neoyorquina o el
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, e intentó reclutar a otras
personas, incluso exponiendo sus planes en las redes sociales. El FBI
aprovechó esta captación para sumar a uno de sus agentes al complot en
marcha como infiltrado.
El plan era detonar una furgoneta con 1.000 kilos de explosivo
ante el edificio. "Como Nafis dejó claro al infiltrado, no le importaba
si morían niños en este atentado", relata la Fiscalía, según los
documentos judiciales. "Nafis quería una destrucción masiva (...) para
difundir su mensaje político" afín a Al Qaeda, añade.
La investigación ha desvelado que en su ordenador se encontraron
instrucciones procedentes de Al Qaeda para la fabricación de una bomba
casera con una olla a presión, clavos y rodamientos, un artefacto muy
similar al utilizado en el atentado contra la Maratón de Boston.
Finalmente fue detenido en octubre de 2012 cuando transportaba
material supuestamente explosivo, inofensivo en realidad, proporcionado
por un infiltrado del FBI.
Nafis, de 22 años, reniega ahora de la yihad violenta y proclama
su amor por Estados Unidos, una versión que corrobora la jueza
responsable de su condena, Carol Amon. "No creo que ahora sea un
terrorista islámico radical", argumenta. Sin embargo, con esta
sentencia, si sale vivo tras cumplir la pena prisión, será deportado a
su Bangladesh natal, informa la prensa estadounidense.
Nafis quería convertirse en un "mártir" de la organización
terrorista global Al Qaeda y aseguraba que no pararía hasta que lograse
un "martirio de victoria", pero desde su detención asegura haber sufrido
una "metamorfosis".
"Pido perdón al pueblo de Estados Unidos. Pido
perdón especialmente a la ciudad de Nueva York", declaró durante el
juicio.