BRUSELAS.- La zona euro alcanzó un acuerdo el sábado para conceder a Chipre un
rescate valorado en 10.000 millones de euros (13.000 millones de
dólares) pero exigió a los depositantes de sus bancos que renuncien a
parte de su dinero para evitar la quiebra, a pesar del riesgo de una
fuga de fondos de las entidades financieras.
Chipre se convierte en el quinto país después de Grecia, Irlanda,
Portugal y España en acudir a la zona euro para pedir ayuda financiera
como resultado de la crisis de deuda del bloque.
En un alejamiento radical de los paquetes de ayuda previos, los
ministros de la zona euro forzaron a los ahorristas de Chipre, de los
cuales casi la mitad se cree que son rusos que no residen en la isla, a
pagar hasta un 10 por ciento de sus depósitos para recaudar casi 6.000
millones de euros.
El Parlamento tiene previsto reunirse el domingo para votar la medida y la aprobación estaba lejos de ser garantizada.
La decisión llevó a los chipriotas a sacar dinero de bancos y
cajeros, la mayoría de los cuales estaban vacíos para la tarde, al
tiempo que las cooperativas de crédito cerraron sus puertas para evitar
que los ahorristas retiraran sus depósitos.
Se cree que casi la mitad de los depositantes de bancos de Chipre
son rusos no residentes, pero la mayoría de las personas que hacía fila
el sábado ante los cajeros automáticos parecían ser chipriotas.
El presidente Nicos Anastasiades, elegido hace tres semanas con
la promesa de negociar rápidamente un rescate, dijo que de rehusarse a
los términos habría generado un colapso de los dos mayores bancos del
país.
"El martes (...) habremos escogido entre un escenario
catastrófico de bancarrota desordenada o el escenario de un doloroso
pero controlado manejo de la crisis", sostuvo Anastasiades en un
comunicado.
En varias declaraciones antes de su elección, el mandatario había
descartado categóricamente la idea de recortar los ahorros de los
depositantes.
"Mi primera reacción fue de shock", dijo Nicholas Papadopoulos, jefe del comité de Asuntos Financieros del Parlamento.
"Esta decisión es mucho peor de lo que esperaba y lo contrario a
lo que el Gobierno nos había asegurado hasta ayer mismo por la noche",
declaró, sin especificar si respaldaría o no la medida o si
pensaba que sería aprobada.
Papadopoulos es vicepresidente del Partido Democrático, un socio
de la coalición en el Gobierno cuyo apoyo en el Parlamento será crucial
para aprobar la medida condicionada al rescate.
Se espera que el Parlamento se reúna a las 16.00 GMT de mañana domingo
para discutir una ley de emergencia. Sin la aprobación legislativa, el
recorte no podrá aplicarse.
El rescate fue menor de lo previsto inicialmente y principalmente
se necesita para recapitalizar los bancos chipriotas que fueron
afectados por una reestructuración de la deuda soberana de Grecia.
El impuesto a los ahorros - un 9,9 por ciento sobre depósitos que
superan los 100.000 euros y de 6,7 por ciento cualquier suma menor - se
empezaría a aplicar el martes luego del un feriado el lunes.
A fin de evitar fugas de capitales, Chipre tomó medidas de
inmediato para impedir transferencias electrónicas de dinero durante el
fin de semana.
Este tipo de impuestos rompen el tabú de afectar a los
depositantes bancarios con pérdidas, pero Dijsselbloem dijo que de otro
modo no hubiera sido posible salvar al sector financiero, cuyo tamaño
equivale a alrededor de ocho veces al de la economía.
Llevó a España, considerado el próximo país que podría pedir un
rescate como Estado soberano apoyándose en la promesa del Banco Central
Europeo de hacer lo necesario por sostener al euro, a negar que los
ahorradores de otros países están bajo riesgo de ser penalizados de forma
similar.
"La situación de Chipre y este acuerdo no pueden ser extrapolados
a ningún otro país de la zona euro", sostuvo el sábado una fuente del
Ministerio de Economía de España.
En Bruselas, el ministro de Finanzas holandés, Jeroen
Dijsselbloem, dijo que de otra forma no habría sido posible salvar al
sector financiero de Chipre que, en comparación con la producción
nacional económica, es dos veces más grande que el promedio de la UE.
"Como es una contribución a la estabilidad financiera de Chipre,
parece justo pedir una contribución de todos los tenedores de
depósitos", sostuvo Dijsselbloem, quien dirigió el encuentro en
Bruselas, a los periodistas.
Chipre, con un producto interno bruto de tan solo el 0,2 por
ciento de la producción total del bloque, pidió asistencia financiera en
junio pasado pero las negociaciones se estancaron por la complejidad
del acuerdo y la reticencia del presidente anterior de la isla para
firmar.
Moscú, que tiene estrechos lazos con Nicosia, probablemente ayude
por medio de la extensión de un acuerdo de 2.500 millones de euros que
ya hizo a Chipre por cinco años al 2021, y reduciendo la tasa de
interés.
Dijsselbloem dijo que bajo el programa, la deuda de la isla bajaría al 100 por ciento del producto económico hacia el 2020.
A cambio de préstamos de emergencia, Chipre también aceptó
incrementar su impuesto corporativo en 2,5 puntos porcentuales a 12,5
por ciento. Esto debería incrementar la recaudación de la isla,
limitando el tamaño del préstamo necesario de la zona euro y manteniendo
contenida la deuda pública.