LONDRES.- El primer ministro David Cameron prometió el miércoles que dará a los británicos la opción de decidir en un referéndum si quieren permanecer en la Unión Europea o abandonarla si gana las elecciones en 2015, poniendo un signo de interrogación sobre la larga permanencia del Reino Unido en el bloque.
Cameron puso así fin a meses de especulaciones al anunciar en un
discurso el plan sobre la consulta que tendría lugar en algún momento
entre 2015 y 2018, ignorando las advertencias de que esto podría poner
en peligro la diplomacia británica y las perspectivas económicas, además
de distanciarse de sus aliados.
Cameron dijo que el Reino Unido no quería quemar sus puentes y
aislarse del mundo, pero que la desilusión pública con la UE está en
"máximos históricos".
"Es el momento de que el pueblo británico tenga la palabra. Es el
momento de que planteemos esta pregunta sobre Reino Unido y Europa",
dijo Cameron. Su Partido Conservador incluirá en su campaña para las
elecciones de 2015 la promesa electoral de renegociar la integración de
Reino Unido en la UE.
"Cuando hayamos negociado ese nuevo acuerdo, daremos al pueblo
británico un referéndum con la opción muy simple de quedarse o irse de
la Unión Europea", agregó.
El discurso ata con firmeza a Cameron con un tema que ha sido la
pesadilla de una generación de líderes conservadores. En el pasado,
Cameron ha tratado de evitar las peleas partidistas sobre temas
europeos, que han afectado duramente a los últimos dos primeros
ministros conservadores: John Major y Margaret Thatcher.
La libra esterlina cayó el miércoles a su menor nivel en casi
cinco meses contra el dólar mientras Cameron pronunciaba su discurso.
La respuesta al anuncio de los socios del Reino Unido en la UE fue, como era de esperar, fría.
La Unión Europea y Reino Unido deben estar preparados para
acordar compromisos, dijo el miércoles la canciller alemana, Angela
Merkel, tras conocer las palabras de Cameron.
"Alemania, y yo personalmente, queremos que Reino Unido sea una
parte importante y un miembro activo de la Unión Europea", dijo Merkel a
periodistas.
"Estamos preparados para dialogar sobre los deseos británicos,
pero siempre debemos tener en cuenta que otros países tienen intereses
diferentes y que debemos hallar un compromiso justo. Hablaremos
intensamente con Reino Unido sobre estas ideas individuales, pero eso
ocurrirá en los próximos meses", declaró la canciller.
El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, dijo en tono
de broma que "si Reino Unido quiere dejar Europa vamos a desplegarles
una alfombra roja", haciendo eco del propio Cameron, quien alguna vez
usó las mismas palabras para invitar a los franceses ricos que se
encontraran molestos por los altos impuestos a trasladarse al Reino
Unido.
Los líderes empresariales, en tanto, advirtieron que un largo
periodo de incertidumbre sobre la pertenencia del Reino Unido en la UE
podría dañar el clima de inversión.
"Tener un referéndum crea más incertidumbre y no necesitamos
eso", dijo Martin Sorrell, director ejecutivo del gigante publicitario
WPP, en el Foro Económico Mundial de Davos.
"Esta es una decisión política. Esto no es una decisión
económica. No es una buena noticia. Añade otra razón para que la gente
posponga las decisiones de inversión", agregó.
Que Cameron llegue a convocar el referéndum sigue siendo tan
incierto como las opciones de los conservadores de ganar en las
elecciones de 2015.
En los sondeos de opinión, se ubican detrás del Partido
Laborista, y la coalición de Gobierno está aplicando dolorosos recortes
al gasto público para intentar reducir el enorme déficit de presupuesto
en el Reino Unido.
La promesa de Cameron posiblemente también agrade a gran parte de
su propio partido, pero también podría incomodar a otros estados de la
UE, como Francia y Alemania. Responsables europeos ya habían advertido a
Cameron que no tratara al bloque como un "menú a la carta" en el que
puede elegir los términos de su integración.
Su discurso también podría decepcionar a Estados Unidos, un
aliado cercano, que ha dicho que quiere que Reino Unido siga dentro de
la UE con "una voz fuerte".
Tampoco es probable que ayude a sanar las diferencias con sus
socios de coalición, los liberales demócratas, que son pro-europeos. Su
líder, el viceprimer ministro Nick Clegg, ha dicho que el plan socavaría
la frágil recuperación económica del Reino Unido.
Pero los euroescépticos del partido de Cameron se mostraron
satisfechos con el discurso y el legislador conservador Peter Bone lo
calificó como "una tremenda victoria".
Cameron dijo que preferiría que el Reino Unido, la sexta mayor
economía del mundo, siga dentro del bloque de 27 países, pero también
aclaró que cree que la UE debe pasar por reformas radicales.
Una nueva Unión Europea debe ser construida sobre cinco
principios, afirmó: competitividad, flexibilidad, que el poder regrese a
los estados miembros y no los abandone, responsabilidad democrática y
justicia.
La crisis de deuda de la zona euro es una de las razones
principales por las que Reino Unido debe reevaluar su participación con
el bloque ampliado, dijo Cameron.
El primer ministro británico dijo además que la UE se enfrentaba a
tres problemas principales: la crisis de deuda, la competitividad y un
vacilante apoyo público.
El respaldo de la UE en Reino Unido es ahora "muy escaso",
reflejado en los resultados de muchas encuestas que han mostrado que una
ligera mayoría votaría a favor de salir del bloque y en el aumento del
apoyo al Partido Independiente británico, que está a favor de una
retirada completa.
"Algunas personas dicen que sacar a relucir esto es
irresponsable, crea incertidumbre a las empresas y pone una interrogante
sobre el lugar de Reino Unido en la Unión Europea", dijo Cameron. "Pero
el signo de interrogación ya está allí: ignorarlo no lo alejará".