BRUSELAS.- Los ministros de la zona euro se pusieron de acuerdo este lunes por la noche sobre las modalidades de un plan de ayuda financiera a Grecia que podrá ser aplicado "rápidamente" si es necesario, anunció, Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo.Los ministros de Finanzas de la Eurozona buscaban precisar este lunes un posible plan financiero para paliar la crisis presupuestaria de Grecia, en un clima de cierta tensión entre socios frente a la inquietud sobre la estabilidad de los países que comparten el euro.
El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, explicó únicamente que el mecanismo de salvamento no incluirá avales sobre la deuda griega y anunció que en él participarán todos los países de la eurozona.
"Hemos aclarado las modalidades técnicas que nos permitirán tomar una decisión sobre una acción coordinada, que podrá activarse rápidamente si es necesario", dijo el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, al término de la reunión.
"Las propuestas que hagamos, que serán aprobadas por el Consejo Europeo, serán totalmente compatibles con las disposiciones del Tratado y con las legislaciones nacionales, e incluirán fuertes incentivos para fomentar la vuelta a los mercados lo antes posible", explicó Juncker.
"No hemos adoptado una decisión hoy porque compete al Consejo Europeo", resaltó el primer ministro luxemburgués, que aclaró que todavía quedan "cuestiones técnicas" pendientes que no quiso concretar. La próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno tendrá lugar los días 25 y 26 de marzo, pero Juncker dejó claro que la decisión sobre el plan griego podría adoptarse en una reunión posterior.
"No creo que se aprueben garantías sobre la deuda y todos los países de la eurozona participarán en este esfuerzo colectivo", dijo el presidente del Eurogrupo al ser preguntado por si el plan de rescate incluirá avales o préstamos bilaterales.
"El objetivo no será proporcionar financiación a los tipos de interés medios de la eurozona sino salvaguardar la estabilidad financiera de la eurozona en su conjunto", afirma la declaración aprobada por el Eurogrupo.
El plan de rescate se activará únicamente si, pese a los esfuerzos del Gobierno griego para recortar su déficit, los mercados "no reaccionan de forma adecuada".
"Pensamos que la cuestión no se planteará", dijo Juncker.
En este sentido, el presidente del Eurogrupo insistió en que el último plan de ajuste adoptado por el Gobierno griego para recortar su déficit, que incluye entre otras medidas una subida del IVA, es "creíble" y que la consolidación fiscal "va en la buena dirección", lo que debería ser suficiente para calmar a los mercados.
"En el caso de que fuera necesario tomar una decisión sobre este instrumento estamos preparados. Pero pensamos que las medidas de consolidación fiscal del Gobierno griego son suficientemente creíbles y que los mercados financieros se convencerán por sí solos", dijo Juncker.
La ministra española de Economía, Elena Salgado, cuyo país preside este semestre la UE, estimó "deseable" alcanzar un acuerdo sobre un plan de apoyo a Grecia que se pondría en marcha sólo en caso de necesidad, durante una reunión prevista este lunes por la tarde con sus colegas de la Eurozona en Bruselas.
Salgado se abstuvo no obstante de precisar el monto que los 16 países acordarían movilizar: "Grecia no ha pedido ninguna ayuda concreta todavía. Por lo tanto, hablar de cantidades en este momento es muy prematuro", señaló.
Según fuentes comunitarias, no obstante, los europeos barajan una suma de entre 20.000 y 25.000 millones de euros, que podría ser transferida a Atenas mediante la concesión de préstamos o bien de los países europeos o bien de la Comisión Europea, que contarían con el aval de los Estados miembros.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, confirmó este lunes que Bruselas está dispuesta a presentar a los Estados una propuesta de ayuda financiera "coordinada y condicional" a Grecia, enfrentada a la explosión de su deuda y déficit públicos, pero evitó entrar en detalles.
En su cumbre de febrero, los dirigentes de la Unión Europea (UE) prometieron un respaldo a Grecia en caso de "necesidad" y mediante medidas financieras "determinadas y coordinadas". Desde entonces, los países de la Eurozona "no han dejado" de reflexionar sobre un plan de ayuda para este país, cuya deuda se eleva a 300.000 millones de euros, según fuentes comunitarias.
El debate sobre la forma en que los europeos acudirán al rescate de Atenas si la situación lo requiere coincide con un aumento de la tensión entre los socios de la Eurozona. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, utilizó la amenaza de la expulsión de la zona euro como último recurso contra un país que no logre equilibrar sus finanzas públicas.
"Necesitamos reglas más estrictas, lo que significa, en último término, tener la posibilidad de retirar de la zona euro a un país que no logre poner orden en sus finanzas", declaró en una entrevista publicada este lunes por el diario Bild.
Pero Alemania también fue blanco de críticas este lunes. La titular francesa de Finanzas, Christine Lagarde, arremetió contra los bajos costos salariales de Alemania, que a su entender favorecen las exportaciones de la principal economía del continente, en detrimento de sus socios europeos.
Lagarde dijo, en particular, en una entrevista al diario británico Financial Times, "no estar segura" de que el modelo alemán, basado en "una fuerte presión sobre los costes de mano de obra" para mejorar su competitividad, "sea viable a largo plazo para el conjunto del grupo (de la zona euro)".
Interrogada sobre esas acusaciones, Salgado dejó entrever que comparte la postura francesa, al admitir que el excedente comercial alemán es "una de las cuestiones que surgen periódicamente cuando hablamos de la competitividad y los desequilibrios".
Pero matizó que una cosa es lo que es "deseable para un mayor equilibrio" en la Eurozona y la otra es que "tengamos que hacer recomendaciones desde un Estado a otro en ese sentido".
FRANCFORT.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, aseguró este lunes que el euro "no está en peligro", sino que la moneda única se encuentra "en buenas manos", aunque reconoció que tampoco hay que adoptar una postura "complaciente", ya que la institución, como el resto de los bancos centrales, tiene varios desafíos a los que hacer frente. 
