MADRID.- El Estado español registró un déficit de 19.543 millones de euros hasta mayo, en términos de Contabilidad Nacional, el 1,78% del PIB, lo que supone triplicar el déficit registrado en abril (0,6% del PIB).
Además, este dato contrasta con el superávit de 2.957 millones de euros del mismo periodo del año anterior, según los datos ofrecidos por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados.
Este resultado fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 64.901 millones de euros, un 13% más, mientras que los ingresos sumaron 45.358 millones de euros, lo que supone una caída del 24,9%.
En términos de caja, que computa los ingresos y gastos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado alcanzó un déficit de 19.102 millones de euros, frente al superávit de 3.185 millones registrado entre enero y mayo del 2008.
Durante su intervención, el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos aseguró que los datos de mayo confirman la tendencia marcada en el primer cuatrimestre del año y que son consecuencia de la negativa evolución de los ingresos y del esfuerzo fiscal que ha llevado a cabo el Ejecutivo para hacer frente al ajuste.
De hecho, Ocaña aseguró que el déficit obtenido debe analizarse teniendo en cuenta el impacto de las medidas anunciadas por el Gobierno que, según dijo, explican la mitad del déficit, así como por la menor recaudación derivada de la situación económica actual, que explica la otra mitad del déficit en estos cinco primeros meses.
El secretario de Estado recordó además que el Gobierno no suele hacer previsiones de cierre del año sobre déficit, pero que este año el entorno "volátil y cambiante" ha obligado al Ejecutivo a hacer unas estimaciones que, de cara al 2009, apuntan a un déficit del Estado del 8,1%.
Ocaña recordó que uno de los principales objetivos del Gobierno desde el año 2004 ha sido sanear las cuentas públicas, lo que ha permitido al Gobierno afrontar con cierta comodidad la necesidad de acometer el impulso económico y moderar así su impacto en la recesión.
"Ésa es la virtud o ventaja de haber ahorrado", señaló Ocaña, quien consideró "asumible" esta situación en 2009, pero "insostenible" a largo plazo, motivo por el que el Gobierno tendrá que adoptar medidas para reconducir "de forma enérgica" el déficit público y poder volver a niveles compatibles con el Pacto de Estabilidad en 2012.
La recaudación neta ascendió a 69.482 millones de euros, un 15,7% menos, ya que los impuestos directos sumaron 34.276 millones, lo que supone un descenso del 15,3%. En concreto, la recaudación por IRPF cayó un 14,6%, hasta los 27.692 millones, debido a la caída de las retenciones de trabajo por la deducción de 400 euros, así como por la debilidad del mercado laboral. De hecho, en estos cinco meses la deducción de 400 euros ha supuesto 2.250 millones de euros.
La recaudación del Impuesto de Sociedades, por su parte, cayó un 20,7%, aunque el dato, según Ocaña, debe homogeneizarse con la ampliación del plazo de presentación del primer pago fraccionado en 2008 hasta el 5 de mayo y por la desaparición en 2009 de la libertad de opción del pago al 18% de la última cuota líquida del impuesto.
De hecho, si no se tienen en cuenta las medidas puestas en marcha relacionadas con estos dos impuestos (la deducción de los 400 euros o los pagos fraccionados en el Impuesto de Sociedades entre otras cosas), la recaudación de IRPF hasta mayo habría caído un 4,3% y no un 14,6%, mientras que la de Sociedades habría registrado un descenso del 29%, en lugar del 20,7% registrado.
Por su parte, los ingresos indirectos alcanzaron los 27.185 millones hasta mayo, un 23,6% menos que en 2008. En concreto, la recaudación por IVA fue de 18.421 millones de euros, un 30% menos que en 2008 debido, en parte, a la devolución mensual del IVA introducida en este ejercicio, así como a los mayores aplazamientos contabilizados (1.800 millones) y a la disminución de los ingresos brutos de las empresas. Sin las medidas implementadas por el Ejecutivo, la caída hasta mayo habría sido del 15%.
De hecho, los aplazamientos en el pago de IVA supusieron 1.800 millones de euros hasta mayo, mientras que las devoluciones mensuales sumaron 1.250 millones y los adelantos en las devoluciones llegaron a los 3.200 millones de euros. En total, suman 6.250 millones hasta el quinto mes del año.
Los impuestos especiales se elevaron hasta los 7.623 millones de euros, un 4,4% menos, destacando, sobre todo, la recaudación del Impuesto sobre el Alcohol y las bebidas derivadas, que cayó un 20,2%, mientras que la del Impuesto sobre los Hidrocarburos descendió un 7%.
Por lo que se refiere a los pagos no financieros, representaron un total de 64.782 millones de euros en los cinco primero meses, lo que supone un aumento interanual del 14,2%.
Los gastos financieros ascendieron a 7.155 millones, cifra que representa un aumento del 1%. Los pagos por gastos de personal se elevaron hasta los 9.469 millones de euros, un 2,4% más, mientras que las transferencias corrientes crecieron en mayo un 4,7%, con 34.058 millones de euros. Las transferencias de capital, por su parte, aumentaron un 230,6% debido al Fondo de Inversión Local.
Finalmente, al cierre del quinto mes del año, el Estado obtuvo una necesidad de endeudamiento de 50.451 millones de euros, mientras que en el mismo periodo del año anterior tenía una necesidad de endeudamiento de 746 millones de euros.
