VALENCIA.- Un factor que complica la competitividad de los puertos mediterráneos es la amenaza de los temidos piratas de Somalia en los alrededores del Golfo de Adén. Este punto es paso obligado de los barcos mercantes procedentes de China y los principales recintos del sudeste asiático que transitan por el mar Rojo hacia el canal de Suez para escalar en los grandes puertos del Mediterráneo, entre otros los de Valencia y Barcelona, según 'Levante'. Junto con la recesión mundial (que provoca el amarre de buques) y los actos de piratería en el cuerno de África, el canal de Suez comienza a ser sorteado a favor del Cabo de Buena Esperanza (se tarda entre siete y diez días más de navegación) por los elevados peajes que deben pagar los barcos, mayores que los que deben soportar por el incremento del gasto en combustible.
De este modo, si los mercantes evitan el Mediterráneo, los puertos del Estrecho de Gibraltar (Bahía de Algeciras y en el futuro, Tánger, cuando culmine su macroampliación) se sitúan en una situación estratégica privilegiada para atraer a los megacarriers (buques de grandes dimensiones para el transporte de contenedores) en detrimento de los de Valencia, Barcelona, Marsella, Génova o los del sur de Italia.
Las navieras Maerks (la primera del mundo), China Shipping y CMA CMG ya han tomado cartas en el asunto desviando barcos por el puerto de Buena Esperanza. La bajada en el precio del combustible también contribuye a tomar esta decisión.
La preocupación no es baladí, y así lo hacía notar el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla. El máximo dirigente catalán invitaba a los patronos a impulsar las alianzas portuarias de estos dos grandes puertos del Mediterráneo ante la competencia de los grandes puertos del norte de Europa y del Báltico en la lucha por el control del tráfico de mercancías de Asia. Para ello urgen mejores infraestructuras, sobre todo ferroviarias.
Caída de los ingresos
La caída de ingresos del canal de Suez ha caído un 20% en los primeros meses de 2009 en comparación con el año anterior, según constata un informe realizado por la firma AXS-Alphaliner, lo que supone 380 barcos menos. Ante esa situación, las autoridades del Canal han decidido congelar las tarifas.
Aún así, los costes son astronómicos. El Canal de Suez cobra unos 600.000 dólares (454.800 euros) por el tránsito de barcos de este tamaño (9.400 TEU), mientras que los costes de fuel adicionales por las 3.400 millas que el barco recorre a 20 nudos suponen alrededor de 250.000 dólares (189.500 euros) por barco.
Además, con este cambio las navieras se ahorran los recargos que las aseguradoras ahora cobran por atravesar el Golfo de Adén, donde abundan los ataques piratas. "El desvío de los barcos no está relacionado con el riesgo de ataques piratas, ya que no creemos que los grandes portacontenedores sean vulnerables debido a su mayor velocidad y a su francobordo más alto.
Aún así, el ahorro de no tener que pagar primas de seguro más altas es otra ventaja destacable", declara un portavoz de Maersk Line.
