domingo, 10 de agosto de 2008

Unas 16.000 personas cruzaron hoy el Estrecho de Gibraltar en la recta final de la OPE

ALGECIRAS.- Unas 16.000 personas cruzaron hoy el Estrecho de Gibraltar desde el puerto de la de Algeciras hacia el continente africano en uno de los últimos fines de semana en que la Operación Paso del Estrecho (OPE) permanece operativa.

El responsable de Protección Civil para la OPE, Salvador Melero, explicó que, «como ya se preveía», el número de personas que embarcarían desde Algeciras disminuiría considerablemente, en lo que consideró «el típico final» de la operación, a la que le quedan «cuatro o cinco días» para que se dé por finalizada la fase de salida.

De esta manera, se registró un «descenso con respecto a anteriores fines de semana, ya que en estos días han embarcado en torno a 5.200 vehículos y unas 16.000 personas diarias», mientras que semanas atrás estas cifras superaban el doble.

Por ello, Melero declaró que «las cifras son ligeramente superiores a los días entre semana, pero indudablemente muy alejados a lo habitual durante todo el mes de julio».

La inflación frena la expansión argentina

MADRID.- Los restaurantes de Buenos Aires se llenan los fines de semana, como lo destacó la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, al negar que el enfrentamiento con el campo hubiese acarreado una crisis económica. Pero también los comedores populares, a los que asisten los indigentes, están teniendo más concurrencia, a tenor de lo que relata "El País".

Son las contradicciones de una de las economías que más crece en Latinoamérica -pese a la ralentización que le impuso la crisis agraria- y que soporta una de las tasas de inflación más altas de la zona, a pesar de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) no la constata.

Tras la crisis profunda de 2001-2002, el PIB argentino creció a una media del 9% hasta el año pasado. Argentina sufría una inflación de alrededor del 10% en 2005 y 2006, pero los indicadores de pobreza se iban reduciendo porque crecían el PIB, el empleo y los salarios. Pero en 2007, año en que Cristina Fernández ganó las elecciones para suceder a su esposo, Néstor Kirchner, la inflación calculada por consultoras privadas, sindicatos y direcciones provinciales de estadística rondó el 20% y la pobreza repuntó al 30%.

En marzo pasado, la presidenta dispuso un aumento de los impuestos a la exportación agrícola para aprovechar su alta cotización en los mercados mundiales, lo que desencadenó una huelga de los agricultores que desabasteció de alimentos al país. En julio, tras cuatro meses de un conflicto que desaceleró el crecimiento económico y fogoneó la inflación, el Senado echó por tierra la subida tributaria, que iba a reforzar el ahorro fiscal en un país cuya deuda ya alcanzó los niveles de cuando suspendió pagos en 2001.

"El conflicto con el campo afectó a las perspectivas, y eso impactó en menores decisiones de inversión y dificultades financieras", opina el economista Alfredo García, del Banco Credicoop. Mientras en el mundo se profundizaba la crisis financiera, el conflicto agrario impulsó una pérdida de depósitos bancarios -como siempre en la historia argentina, el refugio fue el dólar-, una fuga de capitales y una consiguiente caída del crédito. El Banco Central reaccionó apreciando el peso frente al dólar, una política contraria a la del tipo de cambio competitivo que venía sosteniendo desde 2002.

Los depósitos comenzaron a recomponerse en julio. El consumo, herido por la inflación, ha mejorado sus expectativas tras la crisis agraria, pero las perspectivas de los empresarios, no sólo del campo sino también de la industria, siguen afectadas por la apreciación del tipo de cambio, según Dante Sica, de la consultora abeceb.com.

Pero García considera que los "fundamentos de la economía están fuertes", porque "uno de los principales orígenes de divisas para Argentina son las exportaciones agrícolas, que tienen precios excepcionales". Por el impuesto a la exportación, el superávit fiscal depende del superávit comercial, que en los últimos meses se resintió por las huelgas agrarias y el salto de las importaciones, consecuencia de la escasez de energía en un contexto de petróleo encarecido y de la apreciación del peso.

La incertidumbre económica lleva a pronósticos disímiles sobre el crecimiento de este año y el próximo. Para 2008, los más optimistas, como Roberto Frenkel, de la Universidad de Buenos Aires, pronostican una expansión del PIB de hasta el 7,5%. Los más pesimistas, como Ricardo Delgado, de la consultora Ecolatina, prevén que la economía crezca en torno al 5%, "ya no lo va a seguir haciendo a tasas chinas, a tasas muy elevadas, porque hay una desaceleración violenta". Para 2009, García vaticina que el crecimiento apenas se ralentizará a menos del 7%.

En cambio, Mario Brodersohn, secretario de Hacienda del Gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), predice una expansión inferior al 5%. Frenkel advierte que si no se toman medidas para frenar la inflación y si, por el contrario, el Gobierno de Cristina Fernández decide, como se prevé, aumentar las ayudas a las familias y reducir el IRPF, el debilitamiento del superávit fiscal acelerará más los precios, éstos afectarán a la actividad, lo que desalentará la inversión y el empleo, con el siguiente coste político.

El Gobierno, que reniega de la receta ortodoxa de enfriar la economía para combatirla, terminará "enfriándola de la peor manera, por el menor consumo de los que cobran salarios en pesos", según Delgado. Pablo Morra, de Goldman Sachs, coincide: "Se crecerá menos este año y mucho menos en 2009". Desde Nueva York, Morra predice que el PIB se expandirá este año 6,2%.

"El principal problema de la economía argentina es la inflación, y que el Gobierno no la reconozca", define Morra. Para Frenkel, lo más grave es que "el Gobierno crea en un organismo estatal que manipula los datos" porque la incertidumbre sobre el IPC ceba las expectativas: "La gente trata de cubrirse aumentando los precios. El salario subió un 24% en 12 meses, pero en esa cifra está implícita la inflación".

Delgado considera que en Argentina la inflación sube más por factores locales que internacionales y calcula que en 2008 la inflación alcanzará el 28%, frente al 7% en Brasil. Los alimentos se encarecen al 40%, por lo que afecta sobre todo a los más pobres, pero también aumentan los valores de los servicios privados que no regula el Gobierno, según Delgado. García y Sica creen que el IPC está subiendo al 20% anual.

Delgado, Frenkel y Brodersohn recomiendan un ajuste de las políticas fiscal y monetaria, la recomposición de un tipo de cambio más competitivo para alentar la inversión, el aumento de las tarifas de transporte público, electricidad y gas para reducir la montaña de subsidios que las sostienen muy por debajo de los niveles internacionales y la fijación de un horizonte para la evolución de los salarios. Desde Goldman Sachs, Morra sugiere señales fiscales y monetarias para calmar las expectativas de inflación.

"Esta inflación vino por un fuerte incremento de la demanda, una oferta estrecha y por los oligopolios que existen", observa García, del Banco Credicoop. "En Argentina estaríamos cómodos con un 10% de inflación, aunque ya el 18% sería aceptable, porque el crecimiento genera presiones inflacionarias. En la medida en que el Gobierno reconozca la inflación y diseñe un plan contra ella, el problema sería manejable", agrega García. Pero la presidenta argentina ratificó hace una semana su confianza en el INDEC.

Brodersohn tampoco prevé cambios en la política contra la inflación: "Veo que el Gobierno, tras la crisis del campo, ha sufrido una caída muy fuerte en su imagen. De ahora y hasta las elecciones legislativas de medio turno de 2009, tratará de recuperarla con más gasto, con subidas de jubilaciones y salarios, lo que tendrá consecuencias para 2009 porque caerá en forma importante el superávit fiscal. Además, desaparecerá el superávit de cuenta corriente porque crecen las importaciones y los precios de las materias primas no serán tan favorables".

Las crisis de deuda del pasado argentino sobrevinieron por los déficit fiscal y de cuenta corriente, recuerda Frenkel, que descarta que Argentina vaya camino a otra suspensión de pagos. El profesor universitario señala que Argentina cuenta con superávits gemelos, lo que supone una situación mejor que la de Brasil o Colombia, pero reconoció que si el tipo de cambio real sigue perdiendo competitividad por la inflación, se deteriorará en el largo plazo el saldo comercial favorable y, por tanto, el ahorro fiscal.

Sin contar los bonos que tienen los acreedores que rechazaron la fuerte quita de 2005, la deuda pública ya ha alcanzado a 144.492 millones de dólares, una cifra similar a los 144.222 millones que acumulaba Argentina cuando suspendió pagos en diciembre de 2001.

A diferencia de aquel año y gracias al canje de deuda de 2005, el peso de los intereses es más bajo, y los plazos, más largos. Por eso, las obligaciones de la deuda pasaron de representar casi un cuarto de los presupuestos del Estado en 2001 a menos de un décimo en la actualidad. En diciembre de 2001, la deuda equivalía al 54% de un PIB inflado por la sobrevaloración del peso. En 2002, con la devaluación y la deuda que ésta acarreó, la relación subió al 160%. En la actualidad, es del 56%, aunque si se suman los 30.334 millones de dólares que no entraron al canje se alcanza el 67%. -

Los españoles

Los Kirchner y las empresas españolas nunca se han llevado de maravilla. Desde los tiempos de Néstor Kirchner (2003-2007), cuando peleaban por las tarifas congeladas en 2002, hasta los de su esposa, Cristina Fernández, en que funcionarios han impulsado un plan de argentinización de compañías.

La mayor empresa de Argentina, YPF, filial de Repsol-YPF, comenzó 2008 abriendo el camino. Repsol transfirió el 14,9% de YPF al grupo Petersen, de la familia Eskenazi. La segunda empresa española afectada por la argentinización fue Aerolíneas Argentinas. En un año en que viene perdiendo un millón de dólares por día ante el encarecimiento del petróleo, Aerolíneas se reestatilizará en septiembre, de acuerdo con lo pactado el mes pasado entre el grupo Marsans y el Gobierno de Cristina Fernández.

El lunes pasado se argentinizó una tercera compañía española. Gas Natural vendió el 19,6% de la segunda distribuidora de gas de Argentina, Gas Natural BAN, al grupo Chemo, de la familia Sigman. El grupo español mantiene el 50,4% de la distribuidora, que el año pasado obtuvo un aumento de tarifas y en la actualidad espera otro. En los primeros tres meses de 2008, Gas Natural BAN perdió 2,4 millones de dólares, un tercio menos que en el mismo lapso de 2007.

La que recibió en julio su segunda subida de tarifas fue Edesur, controlada por Endesa. Edesur, una de las distribuidoras eléctricas de Buenos Aires, había aumentado sus precios en 2007 y ahora ha conseguido otra alza, entre el 10% y el 30%. Lo que no ha cambiado este año es el precio de la generación, pese a las reclamaciones de las centrales de Endesa.

Telefónica obtuvo un beneficio neto un 4% menor, de 386 millones de euros, por la apreciación del euro. Una de sus inquietudes reposa sobre la decisión, que adoptará la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, acerca del ingreso de Telefónica en el capital de Telecom Italia, que cogestiona la principal competidora de la española en este país suramericano, Telecom Argentina.

Los bancos también ganan. Antes de la crisis de depósitos y créditos por el conflicto agrario, BBVA Banco Francés obtuvo en el primer trimestre de 2008 una utilidad neta de 24,2 millones de dólares, un 8,6% más que un año atrás. Santander Río casi duplica su beneficio neto, al alcanzar los 58,5 millones.

La sequía de dinero en los mercados lastra el crecimiento español

MADRID.- Primer acto. La economía española se adentra en el verano de 2007 con paso confiado. Crece al 4%, el paro está en su nivel más bajo de la democracia y la inflación retrocede hacia el totémico 2% del Banco Central Europeo. "Tengo dudas de que la vivienda sea un problema", dice incluso el vicepresidente económico, Pedro Solbes, que anticipa un "aterrizaje suave" del sector, recuerda "El País".

Segundo acto. A vuelta de vacaciones, los malos augurios se acumulan. El Gobierno se aferra a su plácido análisis, pero todo se tuerce. Y a gran velocidad. Un año después, los precios y el paro están disparados, la confianza de los consumidores hundida y el fantasma de la recesión vuelve a aparecerse. Alguien reescribió el libreto de la economía española en el descanso estival. La crisis financiera internacional, el petróleo y la burbuja inmobiliaria rivalizan por el papel de sospechoso principal.

"Fue la crisis financiera", contesta el coro de expertos. "Había unos desequilibrios importantes, pero no insostenibles", mantiene José Manuel del Amor, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), "pero el choque financiero ha complicado muchísimo el panorama por la dependencia que hay de recursos del exterior".

El socio de AFI recuerda que en los últimos años la economía española ahorraba hasta un 20% del producto interior bruto, pero invertía aún más, el 30% del PIB. La diferencia se financiaba en el exterior.

"En 2007, la banca española captó 90.000 millones en depósitos, pero dio 240.000 millones en créditos", apostilla Amor. En la última década, la economía española aprovechó a fondo la globalización financiera. Pero en esto que llegó agosto y estalló la crisis de las hipotecas basura estadounidenses. Los mercados descubrieron que no sabían hasta dónde se habían filtrado los activos tóxicos y se acabó de sopetón el dinero fácil. La onda expansiva de aquel choque llega hasta hoy. Y el déficit exterior pasó de ser un desequilibrio a "la espada de Damocles de la economía española", en palabras de Amor.

El choque financiero además encendió la mecha de otros desequilibrios. El dinero se retiró de los mercados y se volcó en el petróleo, que empezó a enlazar récords y aceleró la inflación. Las tensiones en el crédito empujaron el Euríbor, referencia para la revisión de las hipotecas, y secaron los recursos financieros hasta hacer estallar la burbuja inmobiliaria.

"El parón de los mercados financieros no ha ayudado a países que basaron su crecimiento en el sector inmobiliario, como España, Reino Unido, Irlanda o Estados Unidos, que son los que tienen más problemas ahora", explica Manuel Arroyo, de la gestora de fondos de JPMorgan. "Estamos en el ecuador de la crisis financiera, todavía hay mucha incertidumbre", añade.

Para Rafael Sarandeses, del Instituto Español de Analistas Financieros, tras años "de tipos bajos y revalorización constante de activos", estaba cantado que cualquier corte en los recursos financieros afectaría a la economía española. Y el grifo no acaba de abrirse otra vez. "Esto es un cambio de ciclo, cuando la crisis acabe la economía española será otra", asegura Sarandeses.

Los compradores de pisos se echan atrás en España

MADRID.- Lo de vender pisos se ha puesto tan mal que a los promotores les ha caído una nueva y más preocupante plaga. Ya no sufren sólo por la subida del Euríbor, ni porque los bancos hayan restringido el crédito a sus potenciales clientes. Ni siquiera porque convencer a alguien para que compre una vivienda sea ahora una misión imposible. Su mayor preocupación es lograr que no se arrepientan los que ya se han decidido a cerrar una compra, revela "El País".

El caso que mejor ilustra la magnitud del fenómeno es el de la división inmobiliaria de Acciona. El grupo de la familia Entrecanales ha logrado el extrañísimo récord de colocar menos viviendas entre enero y junio de este año que entre enero y marzo... ¡también de este año! Acciona ingresó en el primer trimestre 16 millones de euros por preventas (compromisos por los que el comprador da una entrada, pero todavía no ha escriturado el piso). Al ampliar el foco a todo el semestre, esta cifra se reduce a 13 millones de euros.

La explicación de este galimatías es que muchos de los que anticiparon dinero han preferido perder parte de esa cantidad y abortar la operación. Entre la firma del contrato de arras o cualquier otra señalización de la preventa y el acto final de escritura suelen pasar entre 18 y 24 meses. Es este limbo temporal el que se ha convertido en el peor enemigo de los promotores.

Las sumas perdidas varían en función del tipo de vivienda, pero en ocasiones pueden llegar a ser muy elevadas. Varias personas que habían anticipado dinero para dos promociones de lujo en el centro de Bilbao han perdido entre 19.000 y casi 20.000 euros por cada piso al que han renunciado. La mayoría, aclara una fuente conocedora del proceso, que pide anonimato, compró para revender después, no para vivir. Cada uno adquirió entre dos y 10 inmuebles, lo que implica que los más arriesgados han preferido renunciar a 200.000 euros a continuar con una operación incierta.

¿Las razones para dar marcha atrás? O bien los compradores se han dado cuenta de que no podrán afrontar el pago del piso -por factores como la pésima evolución del empleo o la subida del Euríbor, en máximos históricos- o bien el banco les ha denegado la hipoteca que pedían. La tercera posibilidad es que prefieran perder unos miles de euros y esperar a ver si encuentran una oportunidad con precios más razonables en los próximos meses.

En Acciona reconocen que esta disminución de ingresos se explica por las cancelaciones, pero rehúsan ofrecer más información sobre los que han dado el paso atrás. Pero si se tiene en cuenta que su producto está destinado a las clases medias, con precios que rondan los 250.000 euros, y suponiendo que en el segundo trimestre no hubieran vendido ni una sola vivienda, al menos una docena de compradores habrían cancelado la operación en ese periodo.

Ninguna estadística cuantifica el volumen de compras que no se materializan y en las empresas levantan sarpullidos las preguntas sobre el fantasma de las cancelaciones. Pero el reciente comentario de un empresario mediano da una idea de hasta qué punto este fantasma está presente: "Nuestros clientes oyen que los precios van a bajar o tienen miedo de que no les renueven en el trabajo y nosotros no sabemos cómo convencerles de que comprar ahora es una buena inversión".

"Por lo menos un 15% de las ventas se están viniendo abajo. Y creo que me quedo corto", estima un experto que prefiere no dar su nombre. Este comentario lo hace a la vuelta de un viaje al norte de España, donde acaba de asesorar a una inmobiliaria sobre las soluciones a este problema.

Algunas promotoras sufren más que otras la marcha atrás de los compradores. El perfil de las más damnificadas es muy claro. Por una parte, las que se dedican a la segunda residencia, más prescindible. Por otra, las enfocadas a clientes con ingresos medios-bajos (inmigrantes y jóvenes, principalmente), los segmentos más castigados por el repunte del paro, que ha pasado en tan sólo un año del 7,95% al 10,44%.

El experto José Barta asegura que las empresas que hasta hace unos meses devolvían un pequeño porcentaje del dinero entregado se están negando a entregar la más mínima cantidad, entre otras cosas porque su tesorería ya está muy debilitada por el desplome en las ventas. "Las que peor lo pasan son las pequeñas y medianas, que tienen menos capacidad de aguantar la sangría de las cancelaciones", explica.

El presidente de la asociación de promotores de Madrid, José Manuel Galindo, cree que son las entidades financieras las principales responsables de la caída de preventas. Comparten su opinión en la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE). En esta asociación apuntan directamente a la negativa de bancos y cajas a que el comprador subrogue hipotecas contraídas por el promotor.

En la APCE explican que lo más habitual es que la compra se cancele en los casos en los que se ha firmado únicamente un contrato de arras, y en el que se han ofrecido cantidades de reserva bajas, de algunos miles de euros. Y culpan de esta situación a "la psicosis" generada en torno al mercado inmobiliario.

"En los primeros meses del año llegó a su pico, creemos que ahora empieza a remitir el número de compradores que se echan atrás", apuntan en la APCE. Más pesimista es José Barta, que cree que el problema continuará hasta finales de año. "Será entonces cuando muchos pacientes se habrán recuperado", asegura. ¿Y el resto? "Los pacientes que no lo hayan hecho ya no tendrán que preocuparse porque ya habrán muerto".

El desplome en las ventas agrava aún más la crisis

Cada día que pasa es peor. Las pocas inmobiliarias que han tenido el valor de presentar sus resultados del primer semestre, y no estirar hasta el máximo el plazo al que están obligadas las que cotizan en Bolsa, han arrojado unas cifras peores que las del primer trimestre. Y no era fácil superar el listón. Porque si el desplome en las ventas fue entonces el aviso de que el pinchazo de la burbuja iba en serio, los datos del semestre son directamente catastróficos: una reducción de beneficios del 87% y del 78% en las preventas de pisos.

Acciona, Metrovacesa, Realia y Vallehermoso ingresaron 260 millones de euros por la venta de viviendas, un 78,5% menos que en el primer semestre de 2007. Y si se añade a la lista Renta Corporación, inmobiliaria que no se dedica a la promoción, sino a la rotación de activos, los beneficios fueron un 86,9% inferiores a los del mismo periodo del año anterior. Renta es la única de este grupo que registró pérdidas, superiores a los 25 millones de euros.

Con ser malos, los datos podrían ser mucho peores si el resto de cotizadas ya hubieran presentado sus cuentas. Porque algunas de las que peores números ofrecieron en el trimestre anterior -como Reyal Urbis, Afirma o Martinsa-Fadesa- han preferido agotar el plazo que fija la Comisión Nacional del Mercado de Valores para dar a conocer sus interioridades.

Tanto Reyal como Martinsa registraron pérdidas en los tres primeros meses. Y Afirma escapó gracias a una aportación de 120 millones de impuestos procedentes del fondo de comercio que la antigua Astroc provisionó. Así, lo previsible es que cuando estas empresas hagan públicos sus resultados la última semana de agosto o el 1 de septiembre, las cifras globales sean todavía peores que las ya conocidas.

El caso más espectacular es el de Acciona, que ha pasado de ingresar 171 millones de euros por ventas de viviendas a tan sólo 13 un año más tarde. Es decir, una caída del 92%. La suspensión de pagos que hace un mes declaró Martinsa no afecta a su calendario de presentación de resultados, que se conocerán el próximo 1 de septiembre. Los analistas auguran que ahondará la tendencia del primer trimestre, cuando perdió 85 millones de euros. Entonces le siguió por la cola Reyal Urbis, que en los tres primeros meses del año perdió 52 millones, al tiempo que veía cómo sus ventas se venían abajo, con un descenso del 97%.

En un sector tan atomizado como el inmobiliario, que se reparte entre 40.000 pequeñas, medianas y grandes empresas, la cifra de negocio de las cinco firmas analizadas representa menos del 5% del total. Pero es importante, porque da una idea de cómo se van agudizando los problemas del ladrillo. Pero el desplome en las ventas de las que informan las inmobiliarias no es exclusivo de las viviendas nuevas. Al contrario, la estadística que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) pone de relieve cómo el pinchazo del boom del ladrillo afecta más a los pisos de segunda mano, cuyos precios son más flexibles.

Así, según los datos del INE, las compraventas de pisos usados cayeron en los primeros cincos meses del año un 37%, frente al relativamente moderado 14% de las de primera mano. Este 14%, que se refiere a las operaciones ya cerradas, queda a una distancia sideral del 78% del que dan cuenta las promotoras. ¿Qué significa esto? Malas noticias para el sector, porque el desplome en las preventas anticipa futuros desplomes en las operaciones que se cerrarán en los próximos 24 meses.

Los bancos, las autoridades y los expertos no ven el final de la crisis al menos hasta 2010

MADRID.- El capitalismo es un galimatías que combina propiedad privada y libre mercado; una extraña mezcla de matemáticas y psicología, mucha psicología. En la versión que ha ido ganando enteros en los últimos años, la psicología se sustituye por grandes dosis de fe. El Nobel Joseph Stiglitz define el neoliberalismo como "ese amasijo de ideas basadas en la concepción fundamentalista de que los mercados se corrigen a sí mismos, asignan los recursos eficientemente y sirven al interés público", dice hoy "El País".

Con esos mimbres, en las tres últimas décadas el sistema financiero -el brazo armado de la economía- se ha ido desarrollando a la misma velocidad que se eliminaba regulación. Años de grandes excesos salpicados por varios sobresaltos: el crash de 1987, la crisis de los emergentes en los noventa, el 11-S y las puntocom. Y desde ahí, un último tramo vertiginoso en el que campó a sus anchas "la magia del mercado", según el epítome acuñado por Ronald Reagan. Hasta que, hace justo un año, la magia -la fe- desapareció.

Día 9 de agosto de 2007, 8.25 de la mañana. El banco central de Estados Unidos se ve obligado a inyectar miles de millones de dólares ante el riesgo de que el sistema bancario se vaya al garete. Setenta minutos más tarde, a las 9.35, repite la operación. El Banco Central Europeo (BCE) hace lo mismo al otro lado del Atlántico. La economía está a punto de incorporar una nueva palabra a su vocabulario: subprime, una endiablada modalidad hipotecaria estadounidense traducida como hipoteca basura, tóxica o incluso loca. Y los banqueros centrales están a punto de desmentir su bien ganada fama de aburridos y predecibles: medidas excepcionales como las de hace ya un año, que se han ido repitiendo y amplificando desde entonces, son un buen indicio de la magnitud de la tragedia. El tiempo no ha hecho sino confirmar esos temores.

En el cine, las secuelas suelen ser pálidas sombras del original. Pero en el thriller en el que se ha convertido la crisis, cada capítulo supera al anterior. La metástasis de las subprime -un mercado muy acotado y de dimensión reducida, apenas el 13% de las hipotecas estadounidenses- se ha ido extendiendo sin dramatismos, sin viernes negros bursátiles, pero en un crescendo doloroso. La alianza entre economía y globalización es para lo bueno y para lo malo. Y el elenco de perdedores de la crisis no deja de aumentar en todo el mundo.

Las turbulencias se han cobrado casi 100.000 empleos financieros. Han dejado varios cadáveres bancarios salvados in extremis por el sector público. Y un agujero en la banca de medio billón de euros que va en aumento. La crisis ha hecho jirones en la credibilidad de los bancos centrales y sobre todo de las autoridades financieras. Ha disuelto como un azucarillo la confianza de la banca. Su potencial destructivo ha ido contaminando paulatinamente la economía real. Ha acelerado el desplome inmobiliario en mercados como el norteamericano, el británico y el español. Países tan lejanos como Nueva Zelanda y Dinamarca han entrado en recesión. Estados Unidos se acerca a ese temido fantasma. Y Europa -con España a la cabeza- empieza a verle las orejas al lobo.

"Nosotros ya lo habíamos advertido" es una de las frases preferidas de los economistas. En este caso, es falsa. La verdad es que la crisis llegó de sopetón. Tras unos meses, se argumentó que lo peor había pasado. Otro error. Muchos pensaron que sería una breve interrupción en el desarrollo económico de Occidente. Una vez más, falso. Ya nadie cree que el final del túnel llegue antes de 2010. Menos aún con la complicación añadida de la crisis alimentaria y energética. Pero a la espera de nuevos episodios, las turbulencias financieras siembran una duda más profunda. "El edificio económico del capitalismo de mercado, que ha promovido esta expansión económica, se ha puesto ahora en entredicho", explicó hace unos días Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal.

En otras palabras: la tormenta ha gestado una crisis de fe en el sistema, que se traduce en una falta de confianza general en la banca. No lo dice un cualquiera. Greenspan es una de las figuras de los últimos años, un gran gurú de los mercados. En algún momento fue casi un oráculo para la Bolsa. Siempre se ha destacado como uno de los más férreos defensores del neoliberalismo, por cierto. Y así sigue. Pero su legado está ahora en la picota.

Porque las raíces de esta tormenta financiera hay que buscarlas en la crisis anterior -el 11-S y los estertores de la burbuja puntocom- y en la reacción de Greenspan. La Reserva Federal atacó esos problemas con una fuerte bajada de los tipos de interés, que se situaron en mínimos históricos. También en Europa. Eso generó una fiesta de gasto en consumidores y empresas: endeudarse era muy barato y se generó "una superburbuja", tal y como la define el inversor-especulador George Soros. Las cotizaciones en la Bolsa estadounidense (y en la española) se duplicaron entre 2002 y 2006; los precios de las casas se dispararon en EE UU (y en España); los beneficios de la banca y de las empresas no dejaban de subir. Hasta que las subprime, apenas una gota en el océano del sistema financiero, lo cambiaron todo prácticamente de golpe. Según Greenspan, eso es propio de la naturaleza humana: "Del temor a la euforia y viceversa".

La semilla de la crisis financiera está justamente ahí, "en esa política monetaria con bajísimos tipos de interés, en la laxitud de los controles financieros que permitían acumular riesgos porque todo se vendía después con un pelotazo, en ese largo periodo de dinero fácil", explica desde Londres Antonio Villarroya, de Merrill Lynch. Los bancos de inversión, el capital riesgo, los hedge funds y la gran (y no tan gran) banca empezaron a hacer ingeniería financiera -transgénicos financieros, según algunos analistas- para no perder el tren de los beneficios multimillonarios.

Así empezaron los pecados del mercado, permitidos por bancos centrales y autoridades. Los bancos estadounidenses empezaron a conceder créditos hipotecarios a mansalva a personas que no ofrecían garantías de cobro. Eso son las hipotecas basura. Mientras la vivienda subió, miel sobre hojuelas: el negocio era redondo. Tanto, que los bancos necesitaban más liquidez para seguir concediendo créditos. Metían las subprime en paquetes de deuda bendecidos por las agencias de calificación, como si no tuvieran riesgos asociados. Los sacaban fuera de su balance y los colocaban por todo el mundo, con la absurda creencia de que dividir la deuda supondría amortiguar el golpe si las cosas se torcían.

Sucedió lo contrario. El tortazo fue monumental. Cuando los primeros morosos empezaron a perder sus casas en EE UU, los precios de la vivienda iniciaron su declive. "Ése fue el detonante", resume Villarroya. A través de los complejos productos estructurados que extendieron las subprime por todo el sistema bancario, las turbulencias se propagaron rápidamente por los mercados financieros internacionales. Nadie quería activos contaminados, y ningún banco compraba nada de nada para no verse salpicado.

Los bancos centrales reaccionaron para evitar que las tensiones en los mercados interbancarios -totalmente secos- actuaran como un canal amplificador de la inestabilidad. En los mercados de capitales, las primas de riesgo de crédito alcanzaron valores desconocidos desde 2001. Y en esas estamos. "Hay un endurecimiento de las condiciones de crédito y una revisión de las perspectivas de crecimiento, porque los mercados financieros y la economía real funcionan como vasos comunicantes. Sigue habiendo miedo, y ha habido episodios de pánico. Y nada de eso cambiará hasta que se restablezca la confianza en el sector financiero", asegura desde Bélgica Paul De Grauwe, uno de los grandes expertos europeos en mercados financieros y bancos centrales.

Planteamiento y nudo del thriller financiero están retrasando el desenlace más de lo esperado. Guillermo Calvo, catedrático de la Universidad de Columbia, asegura que la crisis "es complicada, y no se vislumbra una reactivación". El papel de los bancos centrales es discutible, pero Calvo afirma que los rescates bancarios -Bear Stearns, Freddie Mac y Fannie Mae, por ejemplo- "han evitado un colapso financiero y en el fondo una caída generalizada del PIB y del empleo como sucedió en los años treinta". "El problema es que eso trae problemas de riesgo moral [los bancos asumen riesgos a sabiendas de que el sector público los salvará si las cosas se tuercen], y que al prevenir que la economía toque fondo rápidamente, la recuperación puede tomar mucho tiempo. La recesión no va a ser profunda, pero la recuperación va a ser lenta", vaticina desde Nueva York.

Los expertos suelen decir que los agentes económicos tienen mala memoria. Los excesos que conducen a una crisis se olvidan con rapidez. Entre los economistas hay cierto consenso en que de esta crisis deben extraerse al menos dos lecciones: "No hay que comprar nada que no se entienda", aconseja a la banca el economista francés Charles Wyplosz. En el gremio hay progresistas y conservadores, pero hasta los neocons se apuntan a una segunda petición: "Una de las lecciones que deja la crisis es que el sector financiero estaba infrarregulado y hay que cambiar eso", asegura Desmond Lachman, analista de un think tank en Washington. "El Banco de España ha sido un ejemplo en eso: impidió que la banca española se metiera donde no debía", añade Wyplosz.

Pero tampoco hay que esperar milagros: "Los políticos tienen tendencia a prepararse para la guerra que ya sucedió. Esta batalla ya se perdió. La regulación tiene que mejorar, pero el sistema financiero está especializado en buscarle las vueltas a las regulaciones con nuevos instrumentos. Pasada la crisis, la banca volverá a sorprender", añade Calvo desde Nueva York. "La regulación, la supuesta solución a la crisis actual, nunca fue capaz de eliminar las crisis en la historia". Palabra de Greenspan.

El dólar pierde su atractivo

MADRID.- El dólar está de capa caída. Desde hace un tiempo, los fajos de billetes verdes están dejando de acumularse en las cajas fuertes. Su valor ya no es el que era. Incluso los grandes bancos centrales del mundo, como el de China, han empezado a cambiar parte de sus reservas de dólares por euros, dice hoy "El Mundo".

La divisa, considerada por muchos años una de las más fuertes en los mercados internacionales y un valor refugio, ha visto cómo el euro le ha superado por mucho en los últimos años. Mientras que en julio de 2002, las cotizaciones de la moneda europea y la estadounidense estaban igualadas, el viernes, un euro se pagaba al récord histórico de 1,46 dólares.

Poco a poco, y según los expertos, el euro se está convirtiendo en la moneda favorita no sólo de los inversores, sino también de los ejecutivos, de los deportistas de élite, de los actores y de las modelos a nivel internacional, que ven que es más rentable cobrar en moneda europea.

Así lo manifestaron la semana pasada fuentes cercanas a la modelo brasileña Gisel Bündchen, la mejor pagada del mundo, con unas ganancias de 30 millones de euros (20,5 millones de euros) hasta julio de 2007. Según el semanario brasileño Veja, Bündchen habría pedido a la estadounidense Procter&Gamble cobrar sus honorarios en euros por ser la imagen de su filial de productos para el cabello Pantene. Y lo mismo habría exigido a los italianos Dolce&Gabana por promocionar su perfume.

La supermodelo no es la única que vela por hacer caja en euros. Según el departamento de prensa de la PGA (Asociación Profesional de Golf), en los últimos dos años ha aumentado en un 30% el número de golfistas estadounidenses, australianos y latinoamericanos que participan en el circuito europeo. Jugadores famosos como el estadounidense Scott Verplank -estuvo entre los 20 primeros del mundo- han pasado de jugar de manera permanente uno o dos torneos en Europa en una temporada, a siete. Se gana más dinero.

La Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) trata desde hace años de proteger tanto a los jugadores como a los torneos ante las fluctuaciones de las divisas poniendo premios de similar valor, según Jorge Salked, agente del jugador español Tommy Robredo. «Hay que recordar que hace unos años la cosa estaba al revés, el dólar valía mucho más».

Los grandes torneos asiáticos pagan en dólares, y algunos como el de Dubai -el que más reparte en premios, 1,4 millones de dólares, después de los cuatro Grand Slam y los nueve Masters Series-, se quedan cortos al convertir los cheques a los ganadores en euros. Al cambio, Dubai reparte 976.000 euros, sólo 300.000 más que el Conde de Godó en Barcelona.

Al futbolista David Beckham no le importa cobrar billetes verdes, aunque cuando firmó el contrato para jugar en el equipo de Los Angeles Galaxi el verano pasado exigió que se le pagara en dólares la misma cantidad que cobraba en el Real Madrid en euros (cerca de ocho millones netos).

Por puro «sentido común», la subida del euro tendrá también su efecto en el sueldo de los altos ejecutivos, según los expertos. «No cabe duda de que si esto se mantiene será algo que se demande por parte de los directivos, sobre todo de nueva contratación. Los expatriados, los embajadores, etcétera serán los primeros en pedir sus sueldos en moneda europea cuando sus puestos estén fuera de la zona euro», asegura Begoña Benito, socia directora general de la consultora Watson Wyatt. Según Benito, será un tema en el que ganen las dos partes, por convertirse en un incentivo de compensación.

La caída del dólar está afectando también a los resultados de empresas. El viernes, Repsol YPF anunció que su beneficio neto de 2.448 millones de euros en los nueve primeros meses del año había caído un 7,7% respecto al mismo periodo de 2006, debido en parte a la depreciación del dólar frente al euro. Por su parte, el consorcio aeronáutico EADS apuntó que su facturación registrará una leve reducción al cierre del ejercicio en comparación con 2006.

¿Cotizará el barril de Brent algún día en euros?

En los últimos días, la cotización del euro frente al dólar y la del crudo han batido nuevos récords. Mientras que la divisa europea alcanzó los 1,47 dólares, el barril de Brent rebasaba los 95 dólares y se acerca peligrosamente a la cifra psicológica de los 100 dólares. Sin embargo, el propio Banco Central Europeo reconocía esta semana que un euro tan fuerte suavizaba la subida del crudo.

En los últimos cinco años, el dólar se ha devaluado más de un 30% con respecto al euro. Y el precio del petróleo ha pasado de los 22,6 dólares de noviembre de 2002 a los 95 actuales. Devaluando este precio un 30% resultaría el equivalente a 66,5 dólares de principios de 2006, por lo que la gran parte de esta subida, según los expertos, sería debida a la pérdida de valor del dólar contra el euro y no a problemas de suministro.

La posibilidad de que el petróleo cotice en euros en lugar de en la moneda estadounidense es algo que viene de largo y que muchos países de la OPEP llevan tiempo pidiendo. De hecho, Irán ya vende crudo en euros a China.

Sin embargo, esta iniciativa, de momento, es bastante inalcanzable, según los analistas. «Pese a la presión política para cambiar la referencia del crudo a otra moneda, el tema no es tan fácil. Además de que el coste sería enorme, se da la circustancia de que la profundidad del mercado en dólares es muy superior al mercado en euros», afirma José Luis Martínez, estratega de Citigroup.

«Una cosa es que la moneda se aprecie y otra distinta es que la moneda siga siendo fuerte. El dólar continúa siendo una moneda fuerte en términos de intercambio. La gente va todavía a Oriente Medio con dólares, no con euros. Tiene aún valor como moneda refugio, como moneda de reserva, de intercambio. Además, la oferta de dólares tiene entre otras cosas razón de ser en la fuerte demanda de activos internacionales de la economía americana. Es decir, consumen muchos productos asiáticos y crudo, por lo que hay una correspondencia entre la oferta y la demanda de dólares», asegura Martínez.

El experto cree que hoy no hay un mercado lo suficientemente profundo que sustituya al dólar.

Las promotoras inmobiliarias españolas sacan pecho ante la mayor caída de ventas desde los 90

MADRID.- Hace poco más de un año el mercado absorbía toda la producción de viviendas a cualquier precio, sin la necesidad de esforzarse en la venta pura y dura. Tampoco entraba en los pronósticos que las empresas tuvieran que incrementar abultadamente las inversiones publicitarias dedicadas a anunciar a diestro y siniestro su oferta inmobilaria. Pero desde abril, la demanda ha experimentado un parón sin precendentes que ha pillado fuera de juego a las firmas promotoras, a tenor de lo que revela "El Mundo".

Es cierto que el encarecimiento de las hipotecas tras las últimas alzas de los tipos de interés adoptadas por el Banco Central Europeo y los desorbitados precios a los que cotiza el metro cuadrado expulsan del mercado a un buen número de familias.

La demanda, no obstante, no está agotada. El problema, según explican los expertos, es que permanece «embalsada». Es decir: los potenciales compradores con solvencia, presos de la incertidumbre que envuelve al mercado inmobiliario, han decido posponer su decisión. Confían en que se produzca una caída del precio de la vivienda en los próximos meses. Creen que sí retrasan la operación podrán ahorrarse un buen puñado de euros.

Esta contención de la demanda es la que explica el desplome de las cifras de ventas en lo que llevamos de año. El descenso se agudizó aún más a partir del mes de agosto coincidiendo con la crisis financiera de los mercados internacionales a raíz del crash de las hipotecas subprime. «Nadie imaginaba que se frenara en seco», admite un empresario del sector que reconoce que ni con regalos ni con campañas publicitarias logra despegar las ventas.

Hasta el mes de septiembre, los contratos apalabrados por las grandes empresas inmobiliarias cotizadas se han reducido una medida del 50% con respecto a los nueve primeros meses de 2006, según los resultados presentados hasta el momento a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Dependiendo de las zonas, el descenso es más acusado. Las comercialización de pisos en algunas zonas de costa y en la periferia de las grandes urbes están prácticamente paralizadas desde hace meses, se quejan en el sector.

Por ejemplo, las preventas de Parquesol -la inmobiliaria controlada por el grupo San José- han caído un 40% hasta septiembre, mientras que Realia- empresa participada por Caja Madrid y FCC- ha cerrado un 63,5% menos de operaciones.

El año tampoco ha sido boyante para Real Urbis en el plano residencial, ya que sus ventas comerciales son un 44% inferiores a las contabilizadas un año antes.

La evolución del resto de las grandes compañías - Metrovacesa, Martinsa-Fadesa, Sacyr Vallehermoso y Colonial- no se conocerá hasta que presenten a lo largo de esta semana los resultados correspondientes al tercer trimestre. Pero los analistas no esperan que salven con más alegría la situación.

Este retroceso no tendrá impacto a priori en la cifra de negocio de estas sociedades. Su ritmo de producción- entre 18 y 24 meses para concluir una promoción- les garantiza sus ingresos para un año o año y medio.

La crisis comenzará a pasar factura al negocio si concluido el plazo para entregar las llaves de las promociones vendidas y si el volumen de reservas de viviendas no despega en las próximas semanas. De momento, algunas empresas han reaccionado parando algunas de las edificaciones previstas por temor a que las contrataciones no remonten a corto plazo.

Al iniciar el año, las previsiones del sector apuntaban a que la producción de pisos se recortaría este año en el entorno de un 20% para ajustarse a la demanda. Sin embargo, el descenso será más acusado si los compradores no abandonan su aletargamiento.

Darle un giro de 180 grados a la situación pinta bastante complicado. No es fácil modificar la percepción de un mercado a la baja que tienen los compradores. Mucho menos, con unas elecciones generales a la vuelta de la esquina. «Las épocas prelectorales no favorecen nada las ventas», explica un experto del sector. «Las ofertas de los partidos políticos en materia de vivienda retraen la demanda», apostilla.

Mientras tanto, los empresarios del sector intentan recuperar la confianza de los compradores trasladando una imagen de normalidad. «Los precios no van a bajar», insistió el presidente de Martinsa-Fadea, Fernando Martín, por enésima vez durante la inauguración del Barcelona Meeting Point.

Hace una semanas, Martín fue un poco más lejos y pronosticó que la vivienda podría volver a dispararse dentro de dos años por efecto de esa demanda embalsada.

Esta es la teoría que defienden las inmobilarias que componen el lobby conocido como el G-14 y que preside Martí. En su opinión, si esos compradores contenidos salen al mercado a la vez y no hay suficiente oferta, los precios pueden volver a crecer a ritmos insospechados.

Esta teoría también es compartida por las entidades financieras. El director general de La Caixa, José María Nin, también se refirió esta semana a los peligros de la 'demanda embalsada' acompañada de un ajuste de la producción. «Si este embalse se rompe», dijo «se producirá una nueva subida de los precios debido a la escasez de oferta».

Otra cuestión es que el freno de las ventas se prolongue en el tiempo. «Si no se vende, antes o después los precios acabarán cayendo para dar salida a todo el stock», opinan fuentes del sector.

Las amenazas de muerte llegan a Wall Street

NUEVA YORK.- Dos cartas han cambiado la vida de la analista Meredith Whitney en la última semana. La primera, escrita por ella, reducía la recomendación de compra del banco estadounidense Citigroup ante sus malos resultados por la repercusión de la crisis subprime. La segunda, que recibió sólo un día después, la amenazaba de muerte por los miles de millones de pérdidas que había provocado con su evaluación, relata "El Mundo".

Pocas veces la opinión de una persona puede ocasionar efectos devastadores en las cuentas de una de las compañías más grandes del mundo. Esta ha sido una de ellas, y el terremoto desatado en Citigroup, con epicentro en Wall Street, no sólo ha conseguido desplomar sus acciones, sino que se ha llevado por delante a su presidente, Charles 'Chuck' Prince, que dimitió el pasado domingo como consecuencia de los malos resultados de la compañía.

Todo porque Meredith Whitney, analista del CIBC World Markets, filial del Canadian Imperial Bank of Commerce, redujo su recomendación de Citigroup «por debajo de la evolución de su sector» y aseguró que necesitaría más de 30.000 millones de dólares -11 veces más de lo estimado por la propia entidad- para hacer frente a las pérdidas que le provocará la crisis hipotecaria de EEUU.

Este comentario disparó la venta de títulos de la compañía en las bolsas donde cotiza y, en sólo media hora, hizo caer sus acciones un 6,89% en el Dow Jones y otro 2,6% en el Standard & Poor's 500.

Una semana después del informe de Whitney, el gigante estadounidense, primer banco por activos financieros del mundo, ha perdido algo más de 365 millones de dólares de capitalización bursátil y ha provocado la dimisión de su presidente.

Incluso se especula que Alwaleed Bin Talal, príncipe de Arabia Saudí y dueño indirecto de un 3,6% del banco, ha llegado a pedir al ex presidente Sandy Weill que vuelva a tomar las riendas de Citigroup.

Las consecuencias de aquella recomendación han sido fulminantes. 24 horas después de emitir su informe, Whitney recibió varias amenazas de muerte, posiblemente de algún inversor cuya fortuna ha sufrido una rebaja considerable tras la estrepitosa caída de los títulos de la compañía.

«Los clientes no están muy contentos con mi recomendación y he recibido varias amenazas de muerte», explico al diario londinense The Times. «La gente tiene miedo a ser negativa, especialmente cuando una empresa tiene inversiones tan grandes como Citigroup».

Pero las amenazas no han surtido ningún efecto en la profesionalidad de Whitney, que, lejos de achantarse o maquillar su opinión, ha continuado durante esta semana emitiendo juicios, cada vez más duros, contra Citigroup. Su comentario más feroz llegó este miércoles, cuando Whitney aseguró que la única solución que le quedan a los nuevos directivos es trocear el banco y vender activos para hacer frente a sus obligaciones:

«Realmente es la única cosa que pueden hacer. No tienen el capital suficiente para continuar tal y como está la compañía actualmente». Inmediatamente los títulos se desplomaron otro 4,8%. Y ella se quedó más ancha que larga.

Whitney ha demostrado que los analistas pueden llegar a convertirse en divinidades que cambian fortunas de unas manos a otras y provocan odios lo suficientemente profundos como para despertar instintos asesinos. Pero ella duerme tranquila, seguramente por que lo hace al lado de John Layfield, ex campeón mundial de lucha libre.

El 'terremoto' que sacude a los grandes de la Bolsa

El currículo de esta analista con nombre masculino está lleno de informes que han supuesto severos disgustos para grandes compañías cotizadas en Wall Street. Hace poco más de un año, Whitney lanzó una recomendación de venta sobre los títulos de Goldman Sachs que fueron seguidos al pie de la letra por sus incondicionales discípulos. En las dos jornadas siguientes las acciones del banco de inversión cayeron más de un 12%.

Porque a Meredith Whitney le ha gustado siempre actuar como un agente de influencia dentro de la cartera de valores que ella analiza (Morgan Stanley, Goldman Sachs y Lehman Brothers, entre otros) y, lo mismo que en esta ocasión ha dejado tocado a Citigroup, otras veces sus clarividentes informes han permitido que muchos inversores amasaran grandes cantidades de dinero.

Así que tal vez por sus aciertos, esta gurú financiera, con sólo 37 años, se ha convertido en una suerte de líder de masas al más puro estilo Warren Buffet. Experta en la industria financiera, es asidua en los informativos de la Fox como comentarista bursátil y colabora habitualmente en cabeceras de renombre como The New York Times, Fortune o Forbes.

El crudo dispara contra la economía mundial

MADRID.- El fantasma del Yom Kippur vuelve a planear sobre las economías del planeta 34 años después. La primera gran crisis del petróleo comenzó en octubre de 1973, cuando los países árabes que exportaban crudo se unieron para no vender la codiciada materia prima a las naciones que habían apoyado a Israel en la guerra contra Siria y Egipto. Lógicamente, en el paquete de países culpables se encontraban Estados Unidos y otras naciones de Europa Occidental, dice hoy "El Mundo".

La medida de los países árabes multiplicó por cuatro el precio del barril de petróleo, que se disparó hasta los 10 dólares, frente a los ahora irrisorios 2,5 dólares a los que cotizaba cuando el crudo sobraba y aún no conocía eso que ha venido en llamarse eufemísticamente tensiones geopolíticas. El «arma del petróleo», nunca utilizada hasta la fecha por ningún gobierno, sumió a las economías mundiales en una grave crisis con inflación, que sólo en Estados Unidos llevó al paro a tres millones de trabajadores entre los años 1975 y 1981.

España, uno de los países europeos más dependientes de las fuentes energéticas exteriores, pasó de una tasa de paro del 1% en 1975 a un 24% en 1980, si bien otros muchos factores contribuyeron entonces a que uno de cada cuatro trabajadores se quedara desempleado. La crisis tuvo su segundo acto con la caída del Sha de Irán, en 1979, lo que disparó el precio del barril hasta los 34 dólares, apuntillando a las grandes economías mundiales hasta llevarlas a la recesión.

Ha llovido mucho desde entonces y el barril de petróleo vale ahora casi 10 veces más que en los 70 y casi el triple que en los primeros 80. Ahora, en plena economía globalizada, todos los temores apuntan a que el precio del crudo superará la semana, que mañana comienza, la barrera piscológica de los 100 dólares.

Según los expertos consultados, a precios constantes, un barril de crudo a 101 dólares se sitúa en los mismos niveles que en 1980 representaban los 34 dólares, si bien esta equiparación puede variar en función del sistema de cálculo de la inflación y los tipos de cambio. Si descontamos la inflación, ambos precios son similares, lo que a juicio de Roberto Centeno, catedrático de Economía de la Universidad Politécnica de Mardid y ex consejero delegado de Campsa, puede acabar provocando una recesión económica mundial.

Tras varias semanas consecutivas subiendo sin tregua, el barril Brent, de referencia en Europa, cerró el pasado viernes con una leve caída, quedando en el nivel de los 93,18 dólares. Su hermano estadounidense, el barril Texas, también atemperó su ascensión y se quedó en 96,32 dólares. Pero esta semana es crucial. Primero porque finalizan los contratos de futuros del mes de noviembre sobre el barril de petróleo, y segundo porque este miércoles el departamento de Energía de Estados Unidos informará de nuevo sobre si han caído sus reservas semanales de crudo.

El cóctel puede ser explosivo si estas dos variables se instalan en el peor de los escenarios y catapultan al crudo a nuevos máximos históricos. Las últimas cuatro semanas, EEUU ha anunciado que sus reservas no han parado de caer, justo cuando comienza el invierno y se consume más energía, en lo que ha sido el último acicate en la fuerte subida del petróleo en el último mes.

Pese al escenario que se avecina, los expertos avisan de que una crisis del petróleo no se da de un día para otro, tarda meses en consolidarse y convertirse en recesión. Aún así, los efectos ya empiezan a notarse en la calle, especialmente en España donde la fuerte subida de los precios de los alimentos básicos y el impacto del crudo en el coste de las gasolinas está dañando seriamente la salud de las economías familiares.

Según la encuesta de Sigma Dos para "El Mundo", hecha pública ayer, el 93% de los ciudadanos nota ya en sus bolsillos «mucho o bastante» la subida de precios de los productos básicos. Cebollas, un 22% más caras que hace un año, leche (20%) y cereales (8,4%), entre otros muchos alimentos, no han hecho más que añadir presión a los hogares, que ya soportan el pago de las hipotecas, con un Euribor en máximos, y la subida de las gasolinas.

Según los datos de la Asociación de Gasolineros de Andalucía, desde el pasado 1 de enero, la gasolina de 95 octanos se ha encarecido un 13% y el gasóleo de automoción, un 15,5%. Pero lo peor está por llegar, advierte esta patronal, ya que las petroleras irán trasladando en los próximos días la subida del crudo a sus estaciones de servicio.

Será en los próximos días, especialmente con la llegada del puente de la Constitución y de las vacaciones navideñas, cuando las grandes petroleras (entre Repsol YPF, Cepsa y BP controlan en torno a 6.000 de las 7.000 estaciones de servicio de España) trasladen a los precios finales las subidas internacionales del crudo.

Según Andrés Delgado, responsable de los gasolineros andaluces, en los próximos días las gasolinas subirán una media de entre 0,030 y 0,060 euros (entre cinco y 10 pesetas), superada ya y sin vuelta atrás la barrera psicológica del euro por litro. De abajo arriba y de arriba abajo, el fantasma de la crisis económica comienza a tomar visos de realidad, después de unos meses marcados por el impacto de la crisis de las hipotecas basura de Estados Unidos en el resto de las economías y del pinchazo de la burbuja inmobiliaria en España.

Hasta ahí, la crisis era vista por los ciudadanos como algo lejano, casi intangible, hasta que la subida de los alimentos básicos ha dado una bofetada de realidad a los bolsillos. La Comisión Europea no ha tardado en refrendar con cifras oficiales lo que ya es de común conocimiento en bares y supermercados, que llegan las vacas flacas. Bruselas ha corregido a la baja el crecimiento económico español, que baja del 3,8% previsto para este año al 3% para el próximo. Pero será en 2009 cuando la economía española crezca por debajo de la media europea. Lo hará al 2,3%, frente al 2,4% de la UE-27. La Comisión avisa además de que el paro subirá a una tasa del 8,5% el próximo año y al 9,1% en 2009.

En este contexto se han disparado las críticas al Gobierno, que ha visto como se ha disparado nueve décimas la inflación de octubre, hasta situarse en el 3,6%. Según Roberto Centeno, la crisis llega, pero «la reformas estructurales están sin hacer y la dependencia energética de España hacia el exterior se ha disparado hasta el 82%, frente al 40% de media en la UE-27 y al 50% de la UE-15».

Pero los problemas no se circunscriben a España y a Europa. De hecho, el jueves la crisis de crecimiento e inflación llegó al Congreso de los Estados Unidos. Y lo hizo bajo la palabra que más espanta a todos los agentes económicos: «estanflación». El encargado de asustar a los presentes fue el miembro de la Cámara de Representantes Maurice Hinchey, del Partido Demócrata, que, durante una comparecencia del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que la situación de la economía le recordaba a la «estanflación» de los 70.

«Nosotros no vemos nada que se acerque al periodo de los 70», zanjó Bernanke. Eso indica que la Fed está convencida de que, al menos por ahora, no hay riesgo de «estanflación», un término que fue inventado en 1965 por el entonces ministro de Finanzas británico, Ian McLeod, y que combina los términos «estancamiento» e «inflación».

La «estanflación» supone crecimiento económico bajo -o incluso recesión- con precios descontrolados, y es la pesadilla de los banqueros centrales y de los ministros de Economía, porque implica un dilema: o se acaba con la inflación al precio de una recesión, o se mantiene el crecimiento al coste de unos precios desbocados. Al final, los bancos centrales siempre recurren a la primera opción, siguiendo el ejemplo de Paul Volker, el predecesor de Alan Greenspan en la Fed, que a finales de los 70 lanzó una ofensiva contra la «hiperinflación» que sufría EEUU. El resultado fue una tremenda recesión, pero que sentó las bases para la expansión que la primera economía mundial ha venido experimentando casi de forma ininterrumpida desde entonces.

Pero, a pesar de las palabras de Bernanke, ese dilema ya está presente en la política monetaria de EEUU. El máximo responsable de la política monetaria de EEUU lo dejó claro el jueves en el Congreso, cuando admitió que «los recientes aumentos del precio de la energía probablemente llevarán a un aumento de la inflación por un tiempo», mientras que, simultáneamente, «no parece probable» que el actual ritmo de crecimiento de EEUU «se sostenga». Ya el 31 de octubre la Reserva Federal había dejado claro que por ahora no va a llevar a cabo más bajadas del precio del dinero. La reacción del mercado fue la actual oleada de ventas que ha llevado al Dow Jones a ceder un 4,8% en lo que va de mes.

Así que, entretanto, sólo cabe esperar y ver a dónde llega este nuevo shock del petróleo. Un shock que, a diferencia del de los 70, está en buena medida creado por los mercados financieros (en promedio, cada barril de petróleo es objeto de 10 contratos de derivados), en los que se habla abiertamente de una burbuja del crudo, dado que el crecimiento de la demanda se está frenando.

Pero lo cierto es que estamos en un panorama poco tranquilizador, que se asemajea a una cierta estanflación light. La subida de los precios depende de cuáles se usen como referencia. Quien mejor debería saberlo es el propio Bernanke. En el supermercado de la cadena Whole Foods, en la esquina de las calles 14 y P, en Washington, donde el presidente de la Reserva Federal y su mujer, Anna Friedman, hacen la compra los sábados por la tarde, un limón que las pasadas Navidades costaba 90 centavos de dólar (sin IVA) pasa ahora del dólar.

Y la barra de pan ha pasado en ese periodo de los 80 centavos a rozar el dólar. No es más que el reflejo de la tremenda inflación de los alimentos provocada por la mayor demanda de los países en vías de desarrollo y por el desvío del maíz hacia la producción de etanol. De hecho, la inflación de los alimentos en EEUU es el doble que el IPC subyacente, que elimina la comida fresca y la energía del índice. Es una situación que tiene implicaciones en todo el mundo, incluyendo a España, que es el cuarto mayor importador de maíz de EEUU.

Pero, para quienes la subida del precio del petróleo puede ser un problema tremendo es para el mundo en vías de desarrollo. Aunque hay expertos que creen que el peligro está siendo exagerado.

«En general, la mayor parte de los países en vías de desarrollo son exportadores de alimentos, así que esta situación les beneficia», ha declarado a "El Mundo" Eveline Herfkens, coordinadora ejecutiva de la Campaña del Milenio, una iniciativa de la ONU que pretende reducir la pobreza extrema en el mundo en un 50% para el año 2015. Herfkens también opina que, en este shock del petróleo, los países pobres van a salir mucho mejor que en los 70, cuando el aumento del precio del crudo hundió al Tercer Mundo en una crisis espantosa.



El marco geopolítico


Da mucho que el precio del barril de crudo esté a 100 dólares en lugar de a 99? Si se quiere, importa tanto como cuando el precio pasó de 98 dólares a 99. Y si uno es razonable da bastante igual que este a 101 dólares que a 100. Llevamos muchos años contemplando el irresistible ascenso del precio del crudo y año tras año, subida tras subida, nos hemos acoplado a su coste. Lo que pasa es que 100 dólares es, tres dígitos ya, toda una cifra fetiche y la gente se fija en ello. Como es natural, cada hijo de vecino reacciona al sobrepasar tal umbral y se pone nervioso ante lo que espera. Algo parecido ocurre cuando se cumplen 40 años (¿cómo tienes la hipoteca y cuando te cuestan tus hijos?), cuando se cumplen 50 (¿has pagado todo lo que le debes al banco, tienes padres mayores ?) y no digamos cuando pasas el umbral de los 60 (¿como está tu plan de pensiones?)

Como prácticamente no conduzco y utilizo mucho el transporte público, paso bastante de lo que significa para el bolsillo de cada uno esta barrera talismán de los 100 dólares. Lo que me importa, es lo que este precio representa en la geopolítica del tiempo que nos ha tocado vivir. El precio del crudo aumenta inexorablemente por la demanda de China, en plena fase de desarrollo desbocado, y, en menor medida por el de otras economías punzantes en Asia, empezando por la de la India. Y el tema es que el precio que genera esta demanda consolida regímenes especialmente antipáticos, por autoritarios y cosas peores, como son el de Hugo Chávez en Venezuela y el que encabeza Mahmoud Ahmadinejad en Irán por no añadir la Rusia de Putin. Nunca como ahora ha sido más urgente pensar en clave de políticas energéticas alternativas. La nuclear en primer lugar.

El Gobierno español ha gastado en seis meses el 76,6% del presupuesto del Fondo de Contingencia para 2008

MADRID.- El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha gastado en sólo seis meses el 76,6% del presupuesto del Fondo de Contingencia para todo el 2008, que asciende a 3.051,21 millones, el 2% del límite del gasto no financiero para ese mismo año.

Así, según consta en datos del Gobierno, el Ejecutivo ha utilizado ya un total de 2.340,4 millones de euros para financiar necesidades de carácter no discrecional e imprevistos.

De esta forma, actualmente dicho Fondo sólo dispone de 710,75 millones para financiar las partidas no previstas en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2008 que puedan surgir en lo que queda del año.

Esto coincide con un momento en el que España se encuentra inmersa en una crisis económica que, según el propio vicepresidente económico, Pedro Solbes, no tocará fondo hasta el año 2009 y que, por lo tanto, puede generar más incrementos no previstos del gasto durante los próximos seis meses.

La aparición de nuevos gastos supondría un problema para el Ejecutivo de Zapatero, puesto que en sólo seis meses se ha gastado más de las tres cuartas partes del presupuesto total del Fondo de Contingencia para el 2008 y ya ha asumido que las cuentas de este año cerrarán con déficit.

De las modificaciones presupuestarias cargadas a este Fondo, la mayor partida la recibió el Ministerio de Defensa que, hasta el 30 de junio, ha cargado un total 720,4 millones de euros, debido, sobre todo, a la ampliación de crédito para atender los gastos ocasionados por la participación de las Fuerzas Armadas Españolas en mantenimiento de operaciones de paz.

Le sigue el Ministerio de Fomento, con un total de 363,5 millones de euros, como consecuencia del crédito extraordinario concedido para posibilitar la firma de dos convenios de colaboración en materia de ferrocarriles y carreteras con Cataluña, que ascendió a 357,5 millones.

A continuación se sitúan el Ministerio del Interior, con un total de 228,6 millones de euros para financiar, entre otras cosas, la ampliación el despliegue de los Mossos D'Esquadra en Cataluña, el Ministerio de Administraciones Públicas, con 56,9 millones de euros, y el Ministerio de Economía y Hacienda, con 46,7 millones.

Finalmente, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación utilizó hasta junio 44,05 millones del Fondo, el de Trabajo y Asuntos Sociales (40,8 millones), Medio Ambiente (34,5 millones), Asuntos Exteriores y Cooperación (7,6 millones) y, finalmente, el Ministerio de Educación y Ciencia, con 358.606 euros.

Según Paulson, Bush tiene razón al hablar sobre "resaca" de Wall Street

WASHINGTON.- El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, un ex ejecutivo de una empresa de inversión, dijo que "absolutamente hay mucho de verdad" en los recientes comentarios del presidente George W. Bush sobre el actual clima económico, de que Wall Street "se emborrachó y ahora tiene resaca".

Paulson señaló que está siendo paciente antes de considerar una segunda ronda de ayuda económica, una idea que los demócratas está impulsando en el Congreso para su votación.

El programa de reembolsos fiscales por 168.000 millones de dólares que firmó Bush en febrero fue la cantidad correcta para ayudar a la economía este año, dijo Paulson.

El mandatario quiere ver cómo termina reflejándose la ayuda en el tercer trimestre del año y que le preocupa empujar más al alza el déficit presupuestario con un posible segundo plan de apoyo.

Pero la presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, planea que ésta vote sobre una ayuda adicional cuando los legisladores regresen a reunirse en septiembre luego de las vacaciones de verano. Ella cree que se requiere más ayuda para contrarrestar el alza en los precios de la gasolina y otros costos.

La economía estadounidense está batallando para emerger de las crisis en los mercados de vivienda, financiero y crediticio, así como para afrontar el alza en los precios de la gasolina y los alimentos. Paulson, en una entrevista de televisión transmitida el domingo, sostuvo que los cimientos económicos del país están sólidos.

Pero cuando se le preguntó sobre los comentarios de Bush, el ex presidente y ex director ejecutivo de Goldman Sachs admitió que Wall Street ha jugado un papel en la crisis actual, particularmente en sus prácticas de solicitud y otorgamiento de crédito.

"Absolutamente hay mucho de verdad en lo que dijo el presidente, y respecto a Wall Street, hubo demasiado apalancamiento en el sistema, más del apropiado y más de lo que la gente admite, porque el apalancamiento ingresó al sistema en la forma de productos estructurados muy complejos, los cuales fueron difíciles de comprender", agregó Paulson.

"Así que hubo exceso de apalancamiento, exceso de complejidad", apuntó.

El petróleo puede volver a subir por problemas de oferta, según alertan los analistas

LONDRES.- - Los precios mundiales del petróleo, que se han hundido en relación a sus recientes niveles récord, podrían volver a dispararse si el mercado es sacudido por nuevos problemas sobre la oferta, según expertos de la industria petrolera.

Las cotizaciones siguieron cayendo la semana pasada, en sentido inverso a la preocupación de que un menor crecimiento económico en Estados Unidos se traduzca en una demanda de energía mundial más reducida.

El precio del crudo en los mercados internacionales ha perdido un 20% de su valor desde sus récords históricos registrados en julio, por encima de los 147 dólares el barril, y el viernes llegó a cotizarse por debajo de los 114 dólares.

Helen Henton, analista de Standard Chartered, indicó que los inversores pueden volver a hacer que el petróleo se dispare, en medio de condiciones de compra-venta sumamente volátiles y continuas amenazas sobre la oferta como las que plantea la crisis de energía nuclear de Irán.

"En general, el panorama es de un mercado aún ajustado con una creciente demanda, vulnerable a riesgos sobre la oferta", dijo Henton.

"Siguen habiendo riesgos alcistas. Esperamos que los precios permanezcan en una franja de 110 a 130 dólares durante los próximos 18 meses, sin descartar picos de precios impulsados por los inversores", añadió.

Un informe alcista pronosticó que el petróleo podría llegar a cotizarse a más de 200 dólares el barril en 10 años debido a la ajustada oferta y a una falta de inversión en nueva producción. Los precios podrían superar los 200 dólares a raíz de una contracción mundial de la oferta, estimó el centro de análisis británico Chatham House.

"El mundo experimentará una seria contracción de la oferta petrolera en cinco a 10 años a menos que haya un colapso de la demanda", dijo Chatham House en un sombrío informe titulado 'La contracción de la oferta petrolera que se avecina'.

"Dada la reciente experiencia con los precios, un rebote a más de 200 dólares no es inviable", sostuvo.

Sin embargo, otros expertos de la industria petrolera no están convencidos sobre un retorno a niveles récord de precios. Julian Jessop, de Capital Economics, piensa que el mundo se enfrentará ahora aun periodo sostenido de menores precios del crudo y otras materias primas debido a una desaceleración del crecimiento económico en Occidente.

"Pensamos que el reciente fuerte declive en los precios de las materias primas son más que un desliz temporal en una tendencia alcista", dijo Jessop.

"Los precios de las materias primas son ahora mucho más altos (...) que hace un año, lo cual implica un mayor margen para más caídas", opinó.

"El clima de la demanda mundial claramente es mucho más débil. Las economías de la OCDE crecieron sólo poco más del 3% en 2006, pero muchas están coqueteando con la recesión clara y llana", dijo.

Pero Henton sostuvo que la fuerte demanda proviene de países que no están en la región de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Jessop sostuvo que la "demanda siempre creciente de materias primas de las economías emergentes" no puede darse por sentada.

"La tendencia entre los países asiáticos hacia un recorte de los subsidios del combustible aumentará la sensibilidad de la demanda a mayores precios mundiales del petróleo, al asegurar que los consumidores finales asuman más parte del costo", advirtió.

Azerbaiyán suspende las exportaciones de crudo a través de puertos georgianos

BAKÚ.- Azerbaiyán suspendió sus exportaciones de petróleo a través de los puertos georgianos de Kulevi y Batumi, debido al conflicto entre Rusia y Georgia, anunció el sábado el jefe de la compañía petrolera pública azerbaiyana.

"Los exportaciones de petróleo a través de los puertos de Kulevi y Batumi han sido suspendidas", declaró ante la cadena de televisión pública de Azerbaiyán Rovnag Abdulaev, quien atribuyó el incidente a los combates en Osetia del Sur.

Según Abdulaev, Azerbaiyán examinará una eventual exportación de petróleo a través del oleoducto que une Bakú, la capital azerbaiyana, con el puerto ruso de Novorosiisk, aunque advirtió de que la capacidad de ese oleoducto es "bastante débil".

Georgia lanzó en la noche del jueves una ofensiva militar contra su región independentista pro rusa de Osetia del Sur, apoyada por Moscú, que envió tanques y tropas en respuesta a la tentativa del gobierno de Tiflis de retomar el control de esa región, independiente de facto desde la caída de la URSS, en 1991.

En paralelo, la aviación rusa bombardeó distintos puntos de Georgia, entre ellos el puerto de Poti, "lugar clave" para el transporte de hidrocarburos del mar Caspio, declaró el sábado la ministra georgiana de Relaciones Exteriores, Eka Keshelashvili.

El primer ministro georgiano, Lado Gurgenidze, aseguró por su lado que la aviación rusa efectuó bombardeos cerca del oleducto Bakú-Tiflis-Ceyhan, sin llegar a alcanzarlo.

Irak recupera un acuerdo petrolero con China de 2003

BAGDAD.- Irak y China están listos para reanudar un acuerdo petrolero por 1.200 millones de dólares que fue suspendido tras la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003, dijo el domingo el Ministerio de Petróleo de Irak.

Se espera que a finales de agosto se firme un acuerdo inicial con China para desarrollar el yacimiento petrolero de 1.000 millones de barriles de Ahdab, en el sur de Bagdad, señaló el ministerio en un comunicado.

"Irak y China están ansiosos por mostrar su cooperación concretando un acuerdo sobre el desarrollo del campo petrolífero Ahdab", agregó.

El anunció ocurrió luego de una reunión entre el ministro iraquí del Petróleo Hussain al-Shahristani y el embajador de China en Bagdad.

No se dieron más detalles, pero si se firma el acuerdo será el primero que data de la era de Saddam Hussein que es cumplido por el nuevo régimen iraquí.

En 1997, el gobierno de Saddam firmó un acuerdo con la empresa estatal China National Petroleum Corp., a pesar de las sanciones de la ONU que prohibían acuerdos directos con la industria petrolera de Irak.

Las dos naciones reanudaron las negociaciones en octubre de 2006.

El yacimiento está cerca de la provincia de Wasit, aproximadamente 160 kilómetros (100 millas) al sureste de Bagdad, y podría producir cerca de 115.000 barriles de crudo diarios. Wasit ha sido escenario de ataques esporádicos desde la invasión ocurrida en 2003.

Irak se asienta sobre yacimientos con más de 115.000 millones de barriles de petróleo, pero décadas de guerras, sanciones de la ONU, violencia y sabotaje han destrozado su industria petrolera.

Conforme mejora la seguridad, Irak está tratando de traer empresas extranjeras para ayudar a incrementar su producción petrolera, desde los actuales 2,5 millones de barriles diarios a tres millones de barriles para finales de 2008, y 4,5 millones de barriles por día al final de 2013.

El BCE y la Fed se aprestan a mantener el statu quo por un buen tiempo

FRANCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal estadounidense (Fed) dejaron sus tasas directrices sin cambios esta semana, optando por la inmovilidad frente a la disparada de la inflación y el debilitamiento del crecimiento, que requieren políticas monetarias opuestas.

El BCE mantuvo al 4,25% su principal tasa de interés a corto plazo en un raro encuentro en agosto, tras subirla en un cuarto de punto en julio, y su presidente, Jean Claude Trichet, señaló que es improbable que su política cambie en lo inmediato.

La Fed dejó sin cambios el martes su tasa rectora, en el 2%, y también sugirió que mantendrá el statu quo durante cierto tiempo frente a las incertidumbres de una economía atacada a la vez por la caída del ritmo de crecimiento y la escalada inflacionista.

En Londres, el Banco de Inglaterra optó también el jueves por el statu quo, al mantener en el 5% su principal tipo de interés por cuarto mes consecutivo.

Trichet advirtió de que las presiones inflacionistas de los 15 países de la Eurozona están subiendo y son inquietantes, pero dijo sin embargo que el banco no tiene ninguna orientación sobre su futura política de tasas de interés.

"No tenemos ninguna orientación", indicó Trichet en una conferencia de prensa.

Horas antes, el analista Gilles Moec, del Bank of America, había indicado que si Trichet repetía que el BCE no tenía orientación "significaría claramente que está en una actitud de esperar a ver qué sucede".

"El BCE se quedaría donde está por un buen tiempo", añadió Moec.

Trichet destacó que el banco se ajustaría a su mandato y mantendría como objetivo la estabilidad de los precios, aunque luego admitió que algunos riesgos del crecimiento de la zona euro son ahora aparentes.

"Enfatizamos que mantener la estabilidad de los precios a medio plazo es nuestro objetivo primario", dijo.

El consejo de gobernadores del BCE, que normalmente no se reúne en agosto, sopesó la inflación récord del 4,1% interanual con señales claras de que la economía de las 15 naciones de la Eurozona se está debilitando rápidamente y hasta podría estar cayendo en una recesión. El BCE tiene una meta de inflación a medio plazo ligeramente inferior al 2%.

La Fed subrayó por su lado que el riesgo de desaceleración del crecimiento se mantiene pero que al mismo tiempo la amenaza de inflación constituye una inquietud "significativa".

"Aunque permanecen riesgos de debilitamiento del crecimiento, los riesgos de un alza de la inflación constituyen también una inquietud significativa", estimó el Comité de Política Monetaria de la Fed en su comunicado.

La Fed ya no hizo alusión a una disminución de los riesgos para el crecimiento, que en el anterior comunicado fue interpretado como un anuncio de futuras alzas de las tasas.

El comunicado de la Fed esta vez fue más neutro sobre el equilibrio de los riesgos que pesan sobre la economía, en línea con el discurso del presidente de la Fed, Ben Bernanke, a mediados de julio, que fue interpretado por los analistas como un anuncio de un statu quo duradero.

"La Fed mantendrá sus tasas sin cambios durante un buen periodo de tiempo", estimó John Feinman, de Deutsche Bank.

Esta fue la segunda vez consecutiva que la Fed optó por el statu quo, tras haber bajado drásticamente su tasa en 3,25 puntos desde septiembre.

"El comunicado deja pensar que la Fed no está apresurada por aumentar sus tasas, ya que se muestra menos optimista que antes sobre las perspectivas de crecimiento", destacó Amine Tazi, del francés Natixis, que prevé un statu quo hasta fin de año.

Wall Street se recupera gracias al petróleo y espera el consumo

NUEVA YORK.- La Bolsa de Nueva York, que comenzó su recuperación gracias a la caída de los precios del petróleo, intentará conservar esta mejoría la semana próxima ante cruciales novedades sobre el consumo, motor del crecimiento estadounidense.

"Las próximas sesiones van a estar muy marcadas por el consumo. Todo va a girar en torno del consumo", afirma Lindsey Piegza, analista del gabinete FTN Financial. La publicación el miércoles de las cifras de las ventas minoristas en el mes de julio constituye la principal atracción de la semana.

"Los inversores quieren ver si los gastos de los hogares se limitan al combustible y los alimentos o si también efectuarán compras más allá de las de primera necesidad", explica Marc Pado, de Cantor Fitzgerald.

El consumo, que cuenta por más de dos tercios de la actividad económica en Estados Unidos, se ha visto afectado desde hace varios meses por la escalada histórica de los precios de la energía y la crisis de los créditos inmobiliarios de riesgo llamados 'subprime'.

A pesar de las bajadas de impuestos acordadas en el marco de un vasto plan de relanzamiento del crecimiento, éste muestra señales de perder el impulso, dado que los hogares estadounidenses limitan los gastos superfluos.

Analistas y economistas estimaban que el plan de relanzamiento tendría efectos positivos haciendo que la gente volviera a las tiendas. Pero el Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre y las cifras de las ventas de cadenas de tiendas en julio fueron decepcionantes.

"Esperamos estadísticas relativamente débiles", pronostican los analistas de Lehman Brothers.

En este contexto, los inversores seguirán de cerca los resultados trimestrales del líder mundial de la distribución Wal-Mart, esperados para el jueves, sobre todo sus previsiones para el resto del año.

Las ventas de armas al extranjero se disparan en España

MADRID.- Las ventas de armamento de España a otros países aumentaron un 10,4 por ciento en 2007 y su importe total fue de 932,9 millones de euros, lo que representa más del doble que en 2005.

Las exportaciones de armamento fueron de 854,07 millones de euros en 2006 y de 419,45, en 2005, lo que supone un incremento respecto al año anterior del 55,1 por ciento.

Así se recoge en el informe que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha enviado al Congreso de los Diputados sobre las ventas de material de defensa y doble uso correspondiente a 2007.

Desde que se contabilizan estas estadísticas, el aumento ha sido constante, después de que en 2001 se contabilizaran 231,1 millones de euros por las ventas de armas.

En el año 2002, fueron 274,7 millones de euros; en 2003, 383,1 millones y en 2004, 405,9 millones.

Los principales compradores de material de defensa a España en el año 2007 fueron Reino Unido, con 93,16 millones de euros, un 9,9 por ciento del total; Alemania (82,7 millones); Italia (47,08) y Polonia (32,5).

La Hacienda española da ´luz verde´ a los descuentos en automóviles de ´kilómetro cero

MADRID.-La Dirección General de Tributos ha concluido que las operaciones comerciales con descuentos para los automóviles conocidos como 'kilómetro cero' son válidas, siempre que estos descuentos se produzcan con anterioridad a la matriculación del vehículo, informaron fuentes del sector.

Tributos da respuesta de esta forma a una consulta vinculante planteada por las organizaciones del sector del automóvil, después de que la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) iniciara a principios de 2007 una serie de inspecciones en los concesionarios relacionadas con operaciones comerciales de 'kilómetro cero' y con otras transacciones derivadas de ventas de vehículos con descuentos y promociones.

Estas inspecciones afectaban a aquellas matriculaciones de automóviles a nombre de concesionarios con facturas rectificativas emitidas con posterioridad a la matriculación de los mismos, pues Hacienda consideraba que el importe sobre el que se aplica el impuesto de matriculación no se correspondía con la base imponible que debería declararse.

Habitualmente, las marcas de automóviles emiten una factura por cada vehículo que venden a sus concesionarios, con una base imponible determinada. Cuando se trata de automóviles incluidos en campañas promocionales ('demo', cortesía, servicios generales o 'kilómetro cero), que el concesionario matricula a su nombre, a la hora de vender al cliente final se emite una factura que rectifica la anterior.

En este caso, las marcas aplican un descuento a los concesionarios, y éstos lo trasladan a la base imponible sobre la que se aplican los gravámenes. Con ello, se reduce el importe a que asciende tanto el IVA (16%) como el impuesto de matriculación (cero, 4,75%, 9,75% ó 14,75%).

Tras una serie de contactos con las principales organizaciones del sector del automóvil, la Dirección General de Tributos ha concluido que los descuentos para 'kilómetros cero', coches de demostración o de cortesía son válidos, siempre que la factura inicial se emita antes de la matriculación y que la operación esté debidamente acreditada.

La recaudación por impuestos sobre la adquisición de vehículos se situó el pasado año en 5.622,72 millones de euros, lo que representa una ligera disminución del 0,5% respecto al ejercicio precedente, como consecuencia de la reducción de las matriculaciones en un 1,2%.

El IVA por la compra de automóviles aportó en 2007 un total de 3.919,34 millones de euros a las arcas del Estado, lo que representa una reducción del 2,4% respecto a 2006, mientras que la recaudación por el impuesto de matriculación, competencia de las comunidades autónomas, sumó 1.703,3 millones de euros, un 4% más.

Las hipotecas crecerán en 2008 un mínimo histórico de entre el 4% y el 5% en España

MADRID.- La actividad crediticia hipotecaria aumentará entre un 4% y un 5% este año, lo que supone la tercera parte del crecimiento del 14,9% registrado en 2007, y marca un mínimo histórico en la evolución de los préstamos para la compra de vivienda, según informaron fuentes de la Asociación Hipotecaria Española (AHE).

Este descenso de la contratación de hipotecas responde tanto a la caída de la demanda de vivienda en el actual entorno de parón inmobiliario como a los elevados niveles de tipos de interés, que afectan al alza al Euríbor, principal indicador al que se referencian los créditos para la compra de vivienda en España.

Asimismo, la intensa desaceleración de las hipotecas refleja los efectos de la crisis 'subprime' estadounidense, que ha provocado restricciones de liquidez en los mercados internacionales, el endurecimiento de las condiciones de concesión de préstamos y el encarecimiento de la gestión del riesgo.

A la luz del deterioro de los datos macro de España, con los exiguos crecimientos del PIB y el aumento del desempleo previstos, la asociación ha revisado a la baja sus anteriores previsiones, dadas a conocer el pasado mes de febrero y que situaban el crecimiento del crédito hipotecario entre el 6% y el 9% para el conjunto de 2008.

El anterior mínimo histórico en el crecimiento del saldo hipotecario, desde que en 1983 se generó este mercado, data de 1992, en plena crisis de comienzos de dicha década, cuando el saldo vivo de las hipotecas evolucionó un 8,9%, por lo que si se cumplen las previsiones de la AHE, este mínimo quedará pulverizado este año.

La asociación que preside Gregorio Mayayo, que no descarta llevar a cabo una nueva revisión a la baja de estas cifras, indica que la evolución reciente de la economía nacional "hace prevér un aumento progresivo de las dificultades especfíficas del mercado hipotecario, cuando menos, a lo largo de este año y el próximo".

Según sus cálculos, la morosidad en las hipotecas se mantendrá a un ritmo de crecimiento similar al que venía registrando desde finales del año pasado, y terminará 2008 en el entorno del 2%, porcentaje inferior al que manejan otras instituciones, como la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), que apunta al 4%.

La AHE explica que el mercado hipotecario español presenta el mayor riesgo estructural de Europa ante la variación de los tipos de interés, porque el 95% de los créditos están referenciados a tipo variable, situación que achaca a una legislación que hace inviable una oferta competitiva de tipos fijos.

El incremento de la dudosidad registrado hasta ahora corresponde principalmente a aquellos ciudadanos que se hipotecaron entre 2003 y 2006, años en que se registró un crecimiento excesivo de los precios de la vivienda, destaca la asociación.

De manera especial, se han visto afectados por la morosidad los poco más de dos millones de familias que suscribieron sus préstamos en 2004 y 2005 que, por término medio, han experimentado un incremento acumulado de sus cuotas iniciales de amortización del 20% a finales del pasado año.

La AHE advierte de que la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que el pasado jueves decidió mantener los tipos de interés en el 4,25%, hace prever que el precio del dinero se mantendrá en niveles iguales o superiores a los de 2007, por lo que la morosidad inducida por los tipos de interés "seguirá creciendo sostenidamente hasta finales de 2009".

Por otro lado, incide en que la falta de información que ha existido en relación con la crisis de las hipotecas subprime estadounidenses ha provocado una "hiperreacción" de desconfianza en los mercados de capitales internacionales que ha contraído la actividad crediticia desde la segunda mitad del año.

En este sentido, explica que la banca española no ha sido inmune a la coyuntura derivada de las 'subprime', sino que las entidades financieras se han visto fuertemente penalizadas a la hora de acceder a la liquidez, a pesar de sus elevados niveles de eficiencia, solvencia y rentabilidad.

La AHE es una asociación profesional de afiliación voluntaria para las entidades de crédito y otros agentes no prestamistas del mercado hipotecario. En la actualidad, engloba a un total de 36 entidades de crédito que en su conjunto suman aproximadamente el 75% del crédito hipotecario gestionado.